Golpe a México en Centroamérica
El principal proyecto de política exterior de México, el Plan de Desarrollo Integral de Centroamérica, sufrió un duro revés:
“Desdeña Trump plan de México y lanza el suyo para Centroamérica”, reza el encabezado principal de MILENIO del 8 de octubre. Nuestro diario informó, en la nota de Carolina Rivera, que el gobierno de Estados Unidos comenzará una estrategia paralela a la de México para impulsar el desarrollo económico de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Mauricio Claver-Carone, asesor especial del presidente Donald Trump para América Latina, aseguró que el objetivo de esta nueva estrategia será impulsar una colaboración en la que se incorpore a otros socios internacionales, pero sin México.
El funcionario de la Casa Blanca aclaró que esta nueva estrategia bilateral se limitará a Guatemala, Honduras y El Salvador, que ya firmaron un acuerdo migratorio y de cooperación de asilo (similar al del tercer país seguro) con Estados Unidos, con lo que se deja fuera a México.
Antes, el 18 de diciembre pasado, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, había anunciado con optimismo “el compromiso de México y Estados Unidos para fomentar el desarrollo económico en el sur de México y Centroamérica para crear una zona de prosperidad”.
Según el anuncio anterior, Estados Unidos iba a otorgar casi 6 mil millones de dólares en Centroamérica, pero desde entonces no ha llegado ni un dólar estadunidense. Inclusive, el presidente Trump suspendió la ayuda a los países centroamericanos.
Por ello, en Sin ataduras del 7 de marzo pasado, en la columna intitulada “Seguimos esperando los fondos de EU”, advertimos: “Estados Unidos trasladó de facto a México parte de la responsabilidad de controlar la frontera, sin que nuestro país haya recibido hasta ahora los beneficios de una aportación de fondos para el desarrollo en Centroamérica y en el sur del territorio. Seguimos esperando.”
Ya no hay nada que esperar.
Otra clara señal que pasó desapercibida aquí en nuestro país, fue la sincera declaración del secretario de Estado, Mike Pompeo, tres días después del acuerdo suscrito con México, que dio de plazo 90 días para reducir la migración centroamericana a cambio de evitar la aplicación de aranceles:
“No ofrecimos ningún apoyo de recursos al gobierno mexicano para lograr esos resultados. Tampoco lo hicimos para América Central. Cuando encontremos que es de nuestro interés proporcionar recursos, en el Triángulo del Norte o en México, que tengan sentido para proteger al pueblo estadounidense, lo haremos.”
Así pues, la nueva estrategia estadunidense pone en evidencia lo que hace meses advertimos en este espacio: no hay voluntad política del gobierno de Trump en cooperar con México en el Plan de Desarrollo Integral de Centroamérica.
Ahora será más difícil para nuestro gobierno competir con Estados Unidos para captar apoyos financieros de países e instituciones del continente y del resto del mundo. Ante esta dura realidad, México debe continuar con su plan de ayuda a Centroamérica, aunque sea limitado, y olvidarse de los miles de millones de dólares.
Se trata de ser coherentes con la convicción del presidente Andrés Manuel López Obrador de abordar las causas de la migración, y ser responsables en mejorar las condiciones de vida, aquí en nuestro propio país, de los miles de migrantes retenidos en condiciones precarias.
gutierrez.canet@milenio.com
@AGutierrezCanet