Matando a Chabelo
La historia real de José José aún no terminaba cuando las redes sociales ya estaban “matando” a Chabelo. Y tristemente como todo ahora, la verdad y la mentira empiezan con un tuit cualquiera, la movilización alrededor de ello y la necesidad de dar un desmentido respecto a una fuente anónima y claramente mal intencionada que comenzó a crecer, como una especie de pánico silencioso entre los medios de comunicación que por un lado no quieren perder la nota, pero que por el otro, en demasiados casos, saben que el rating yace estos días en la incertidumbre.
En el morbo también el personaje principal en todo esto, por supuesto, de no ser así estas mentiras no correrían como la pólvora. Pero darle credibilidad a cualquier rumor a la primera, a la histeria colectiva a modo de entretenimiento que esto provoca, en el mejor de los casos nos vuelve esclavos del eterno desmentido innecesario y en el peor, participes de lo que realmente conocíamos como fake news antes de que Trump se apoderara del término para atacar a sus críticos. Muchas veces estos rumores salen de un usuario cualquiera de las redes, a quien podría parecerle muy chistoso hacer cosas como “matar a Chabelo” mientras el mundo sigue buscando despedir a José José.
Podría ser alguien que no conecta con la idea de que estas son personas reales, con familias y gente que los ama, pero con una muy buena idea de lo que causará revuelo. Pura diversión ver a los reporteros desmintiendo algo hasta que viene la siguiente mentira. Y para cuando una de estas tristes notas es verdadera, la sensibilidad de todos ya está más que derruida.
Pero ese, cómo les digo, es en el mejor de los casos. Han pasado muchas cosas importantes a la par del tema José José de las que no se hablaba más que en los círculos políticos, porque no era el show principal de la nación. Y los que manipulan eso lo saben.
Por eso, más seguido que no, no es casualidad que apliquen la nada simpática ‘gracia’ de organizadamente plantar un rumor falso, como éste, y promoverlo cuando la atención de tanto comienza a regresar a la realidad (los taxistas nos obligaron a ello en la Ciudad de México). Cuando el tema del que se habla en las estéticas, en el súper, en los bancos, en la vida, empieza a flaquear es el momento en el que siempre, inevitablemente, pasa algo así. Hacen que pase
Y esto con un fin muy específico: distraer la atención de temas como políticos corruptos, olvidar desmanes en la calle, lo que quieran, estas técnicas de distracción masivas están a la venta. Y no, no es una teoría de la conspiración.En lo personal yo he conocido a tres jóvenes que se rentan para traficar con la información que sea, no importa si se trata de organizar una campaña de odio contra alguien o simplemente dar por muertos a personajes que todos conocen. Hay agencias muy bien organizadas que prestan este servicio a la par que muchos otros digitales. Hay criaturas aún más siniestras y obscuras que no temen con crear una avalancha de amenazas e imágenes aterradoras contra alguna persona, con tal de lograr desviar la atención de todos a otro lado. Y somos millones de consumidores de todo esto que lo tomamos, porque todos caemos tarde o temprano.
susana.moscatel@milenio.com