Los mejores libros de 2019 (Ficción)

Novela. El vendedor de silencio. Enrique Serna. Alfaguara. México, 2019

Aquí se relata que el periodista Carlos Denegri llevaba dentro un Mister Hyde; era capaz de ser cruely luego adoptaba un aplomo de seguridad y de prepotencia, con el que fingía que no había ocurrido nada. Leer a Serna en esta novela recuerda lo que hizo Vargas Llosa en La fiesta del chivo, en donde revela quién era en realidad Leónidas Trujillo. Fechorías tras fechorías, el libro está salpicado de todos esos momentos incomodos, atroces, como si se tratara de un anecdotario de lo ruin que puede ser un periodista, cuyo silencio era más apreciado que su palabra.

Poesía. Nepantla. Elsa Cross. ERA. México, 2019.

En Elsa Cross la poesía se materializa como una aparente espiral sin retorno que se eleva. ¿Qué es nepantla? Se trata de una palabra de origen náhuatl que significa “en medio”; “estar en medio”. Este vocablo fue usado por los indígenas cuando tuvo lugar la época de la Colonia y se impuso la religión cristina a las creencias politeístas de los aztecas. Nepantla es tener fe católica y, a la vez, no olvidar las raíces prehispánicas. Representa dos historias, simboliza al mestizaje: no ser ni de aquí ni de allá. En ese punto medio se sitúa la poética deCross, “se avistan las dos orillas/ sin llegar a ninguna”.Octavio Paz identificó enCross a una de las voces más personales de la actual poesía latinoamericana, señaló que “dos notas se conjugan armoniosamente en Elsa Cross: la complejidad del pensamiento y la diafanidad de la dicción”.

Cuento. La memoria donde ardía. Socorro Venegas. Páginas de Espuma. México, 2019

La madurez narrativa de Socorro Venegas invita a leer estos relatos, prosas, estampas. No son propiamente textos que atiendan a la tradicional estructura de un cuento. Lo que menos importa es el final de la historia porque la esencia de su escritura radica en la manera que tiene de abordar el desasosiego. La brevedad que practica provoca que desarrolle algo que podría llamarse economía del lenguaje. Bajo esa perspectiva logra crear imágenes que permanecen en la memoria del lector. Lo suyo es decantar, pulir, con la paciencia de alguien que esculpe una piedra y le va quitando lo que sobra.