Médicos adictos a la Cocaína
En la década de 1880 la cocaína dio un salto al escenario de la moda. Y Sigmund Freud fue conquistado fácilmente por la droga.
Freud la consumía,así es que conocía a la perfección sus efectos; la recetaba a pacientes con depresión, neuralgias, enfermedades cardiacas y diabetes.
Exaltaba los efectos afrodisiacos de la droga y llegó a publicar artículos “Sobre la coca”, una alabanza a la cocaína dedicado a su amada.
También la usó para tratar a los enfermos adictos a la morfina; pero tarde o temprano los pacientes cambiaban su adicción por cocaína.
Al mismo tiempo el Dr. Carl Koller un oftalmólogo principiante y modesto descubrió los efectos anestésicos de la cocaína sobre la cornea; permitía pinchar la cornea sin experimentar dolor; en sus memorias Koller dio las gracias a Freud por haberle enseñado los efectos de la droga.
Sin duda la “solución Koller” revolucionó la anestesia local.
Por aquellos años, el Dr. William Halsted, un americano extrovertido, visitaba Europa, y descubrió los efectos de la cocaína inyectada en la piel; la empleó para operar pacientes con cáncer de mama; el fue el creador de la mastectomía radical; considerado el mejor cirujano de su época.
Todo su equipo quirúrgico se hizo adicto a la cocaína. Halsted se convirtió en un tipo retraído y aislado.
Nadie de su equipo logró recuperarse y años más tarde murieron.
El Dr. Halsted pudo dejar la cocaína, pero no logró liberarse de la morfina hasta su muerte.