A lo largo de los años, el caso de los hermanos Menéndez ha resonado como un eco persistente, no solo por la brutalidad del parricidio que cometieron, sino por los secretos familiares que salieron a la luz en los estrados. Lo que parecía ser un trágico asesinato en Beverly Hills dio paso a una narrativa reveladora sobre el dolor y el impacto del abuso. Hoy, la historia abre un diálogo más profundo sobre la salud mental y el abuso sexual, a través de la serie que encabeza Ryan Murphy, que forma parte de la antología Monstruos.“Para mí, es uno de los puntos del programa, y lo que espero que la gente se lleve al final es crear conciencia sobre la importancia de la salud mental y comenzar una conversación sobre el abuso sexual infantil, específicamente con los hombres. En esa época, en los años 90, era muy difícil creer que un hombre pudiera abusar sexualmente de otro hombre, era muy difícil para la gente entender y creer eso, pero ahora es distinto y la gente sabe que algo así posible”, dijo a MILENIO Cooper Koch, quien da vida a Erik Menendez.A finales de los 80, Lyle y Erik asesinaron a tiros a sus padres, José y Kitty Menéndez. Lo que inicialmente parecía un crimen por ambición, se transformó en una defensa sustentada en años de abuso físico y psicológico; muchas cosas han pasado desde 1989, pero el elenco espera que esta historia se convierta en un faro que ponga luz a casos similares. “Espero que para las personas que han experimentado abuso sexual, la serie les brinde una plataforma para ser vistos y que sepan que tienen un recurso para hablar sobre ello”, explicó Cooper.El relato de los Menéndez sobre los años de abuso sorprendió al público, el juicio comenzó en 1993 y se convirtió en uno de los más mediáticos. Los hermanos detallaron cómo su padre, un exitoso ejecutivo, se transformaba en un monstruo a puertas cerradas; su testimonio hizo visible lo invisible: el horror del abuso. El juicio terminó en enero de 1994 con el jurado estancado. Se ordenó un nuevo juicio, esta vez, sin la presencia de los medios de comunicación, el resultado: cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.“La serie trata temas muy, muy sensibles, y no puedo ni imaginar cómo debe ser ver el programa para personas que han lidiado de primera mano con problemas como el abuso sexual o el trauma familiar —agregó Nicholas Alexander Chavez, quien interpreta a Lyle Menendez— algo muy importante es que al final de los episodios cuatro y cinco se muestra una pantalla con recursos a los que se puede contactar para que la conversación continúe para las personas que se ven particularmente afectadas por estos temas, eso me alegró mucho”.La influencia de los mediosAunque Lyle y Erik permanecen en prisión, su historia sigue resonando como un llamado a la empatía y a la justicia que busca hacer visibles las cicatrices que deja el abuso. Su historia de vida no solo quedó en los tribunales y la transmisión en televisión del juicio durante los noventa, llegó a varios documentales y series de televisión como La ley y el orden. Esta vez, Ryan Muprphy revive el caso como parte de su antología Monstruos y hace de él un fenómeno global, pues se ha convertido en una de las historias más virales en redes sociales.“El mayor desafío fue sentir que le hacía justicia. Hablé con un periodista que había escrito un largo artículo sobre Leslie Abramson a finales de los 80 y me dijo que tenía una especie de energía que podías sentir cuando entraba en una habitación, tenía un fuerte sentido de la justicia y de luchar por los desfavorecidos, además de entender que las personas no son solo lo peor que hacen y yo quería capturar eso, investigué mucho y aquí estamos, ella entendía al ser humano en su totalidad”, explicó Ari Graynor, sobre su rol como abogada defensora.“Los medios tienen una influencia en la percepción de ciertos casos, Dominick Dunne había pasado por un tema personal que lo convirtió en defensor de las víctimas y cambió su carrera porque escribió sobre ello, y este caso fue la primera pieza que escribió para Vanity Fair —dijo Nathan Lane sobre Dominick Dunne, uno de los periodistas que cubrió el caso—, tenía nociones preconcebidas sobre este caso, incluso, decía públicamente que no creía que hubieran sido abusados sexualmente, sentía que era lo que llamaban la excusa del abuso”.La piel de los “monstruos”Dar vida a personajes tan complejos como los hermanos Menéndez no fue una labor sencilla, después de un largo casting, los roles quedaron en manos de Cooper Koch (Erik Menendez) y Nicholas Alexander Chavez (Lyle Menendez), desde ese momento comenzó el trabajo creativo junto a Ryan Murphy.“El mayor desafío fue unir tantas visiones diferentes en un solo personaje para el proyecto —explicó Nicholas Alexander—, tienes tu propia interpretación del personaje, haces una tremenda investigación y tratas de ser minucioso en ese proceso”.Previo al rodaje hubo una preparación en conjunto, desde leer tantos libros como fue posible, hasta ver el metraje de Court TV. “Es un proceso en el que hablamos con tantas personas de la zona de Los Ángeles que tenían experiencia de primera mano con la familia, intentamos captar lo que se dice en la calle, y luego llevamos toda esa investigación y empiezas a construir los personajes con el equipo, trabajamos con los guiones y lo que termina en la pantalla es arte, y es un proceso colaborativo. Absolutamente”, agregó Chavez.DAG