Recién ascendido, ultra modesto, con un ínfimo presupuesto, con un plantel del ascenso, con un estadio donde no ingresan más de 3.000 espectadores y sin luz artificial, Deportivo Riestra conoce sus limitaciones. Y sin ningún tipo de complejos, juega a incomodar al rival. Las formas no le interesan. Siempre lo hace así y mucho más si se cruza con un grande. Es su fórmula. Y a veces pega grandes impactos. Ahora arrodilló a un gigante como River empujándolo al peor cierre de semestre imaginado. ¡Pobre Martín Demichelis! Читать дальше...