Con un gol en el ocaso del partido,
Kehrer mantuvo el invicto del
Monaco en
Champions League, alargó el sueño de los suyos y frustró la resistencia del
Bolonia (0-1), sostenido en gran medida por las intervenciones de un Skorupski que, a la postre, no pudo evitar la cuarta jornada consecutiva sin ganar de los suyos.
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