Dana White es uno de los empresarios más contentos ahora mismo por la victoria de
Donald Trump, amigo personal desde hace décadas y, no menos importante, garante político de sus prácticas empresariales algo dudosas. El presidente y CEO de la
UFC, una de las competiciones deportivas de mayor crecimiento alrededor del mundo, ha sido partícipe de la campaña del magnate neoyorquino y fue visto anoche en la fiesta organizada en
Mar-a-Lago, en Palm Springs (Florida), para vivir el recuento y celebrar el triunfo junto al candidato republicano.
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