Kyrie Irving apenas tenía 13 años y
Luka Doncic sólo 6 cuando
Thomas Gravesen, en el Real Madrid en aquella época, patentó sin querer un regate nunca visto en el fútbol una fría noche de enero de 2006 bautizado como ‘Gravesinha’. Pero resulta que, casi 20 años después, Irving sorprendió al mundo con la misma versión del dribbling en el baloncesto en la plácida victoria de los Dallas Mavericks contra los Portland Trail Blazers (132-108).
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