El equipo de Jordi Poma volvió a sentirse en casa en el encuentro de la tarde ante el PSG, un rival conocido para el primer equipo y un duro hueso de roer para el sub13. La grada empujó mucho y los jugadores trataron de llevar la iniciativa del juego, pero en muchos momentos no lo pudieron hacer porque el PSG inferior en lo técnico, era superior en lo físico y en velocidad.
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