Liverpool y
Manchester United coprotagonizaron este domingo un Clásico inglés que se jugó de tú a tú de principio a fin, como si no fueran 23 los puntos que separan a unos de los otros en la clasificación, y que finalizó con 2-2 en el luminoso de
Anfield al marcar
Amad Diallo el gol del empate visitante cuando los locales ya se las prometían muy felices y se veían ampliando su ventaja en el liderato hasta los 8 puntos (y con un partido jugado menos) respecto al
Arsenal, que es su más inmediato perseguidor.
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