Fue número cuatro mundial en 2015, tras haber hecho historia como primer asiático que llega a una final de Grand Slam, en el US Open 2014. Un ídolo en Japón, su país, formó una pareja profesional inolvidable con el exjugador y ahora técnico estadounidense
Michael Chang. Se convirtió en un sólido top-10 que abrió fronteras, que conquistó territorios como el del Godó, torneo que ganó dos veces.
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