Necesitaba el Inter de Milán una alegría después de la dura derrota frente a su eterno rival en la Supercopa de Italia y, pese a que a nivel de juego estuvo lejos de su mejor versión, logró superar al Venezia (0-1) y mirar al Atalanta por encima del hombro tras su empate del sábado ante el Udinese.
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