Inundando los Lakers de apoyo a
Los Ángeles tan difíciles tiempos con mensajes y compromiso de acciones ante los incendios,
LeBron James y los suyos recordaron a la ciudad una de sus más puras esencias y razones de ser cada día con
Victor Wembanyama cual ideal invitado especial: el baloncesto. En un homenaje al basket -a lo que es Los Ángeles y viceversa-, el mejor jugador de la última generación y ese heredero llamado a culminar la evolución del juego acelerada por él en las dos últimas décadas, LeBron y Wemby brindaron a la ciudad una trepidante evasión a la altura del mejor espectáculo de
Hollywood. Casi que la victoria de los
San Antonio Spurs, aunque correctivo en un anticipo del relevo por parte de Wembanyama que está por venir, fue lo de menos anoche (102-126).
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