Getafe es una piedra en el zapato para el Barça. Por quinta temporada consecutiva no logró vencer al equipo de
Bordalás, a pesar de disponer de ocasiones para imponerse. A los blaugrana se les atraganta el Coliseum, un estadio en el que los jugadores locales aprietan desde el primer minuto hasta el último, en el que incomodan y en el que defienden con agresividad y coordinación. Nada nuevo. El Barça se adelantó en el marcador después de cuatro años de no marcar ni un solo gol en el Coliseum, pero perdonó al no sumar algún gol al único de
Koundé. Existe, además, una cierta sensación de que el Barça juega mejor ante los grandes que ante equipos de mayor calado defensivo y presión.
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