Mientras luce capacidad financiera y recursos, con el debut del trepidante
Kvicha Kvaratskhelia, el Paris Saint-Germain se mueve sobre el terreno con una inestabilidad preocupante, como un equipo imprevisible y poco fiable, al que le costó concretar sus contadas ocasiones, que concedió un 1-1 inconcebible y que empató con el Reims en el Parque de los Príncipes tres días después de ganar al Manchester City en la Champions League.
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