Después de tres derrotas en los últimos tres partidos en casa al Barça ya le tocaba ganar ante su gente. Y
lo hizo a lo grande, arrollando con la sexta marcha puesta a un Valencia
que pareció salir en punto muerto, pese a lo delicado de su situación en la tabla. Fue
más por el efecto de la apisonadora azulgrana que por desidia propia.
Cinco goles en la primera parte, con doblete de Fermín y tantos de Frenkie de Jong, Ferran y Raphinha lo dejaron todo sentenciado,
no sin dosis de polémica arbitral con penalti sobre Hugo Duro anulado por el VAR. El goleador valencianista logró el tanto del honor, mientras que
el Barcelona aprovechó los espacios del segundo tiempo para llegar al 7-1, con goles de Lewandowski y Tarrega en propia puerta.
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