Mi amigo Bruni, que de vez en cuando se pasa por Cambrils para recordar y reírnos un poco de vivencias pasadas, dice que puso el grito en el cielo cuando leyó la declaración de
Hansi Flick en la que reconocía que no había visto el
Espanyol - Real Madrid porque a esa hora ya dormía. Tanta era la perplejidad de Bruni que calificó la preferencia de
Flick por el sueño y el descanso antes que por ver al máximo rival, que llegó a insinuar que eso era una falta de profesionalidad del técnico alemán. Fue fácil convencerlo justamente de lo contario. Puede que Flick encontrara esa respuesta anticipándose a las preguntas siguientes, que seguramente tratarían de la actuación arbitral. Pero como creo en la palabra de Flick apuesto más por la respuesta que brindó, porque entre otras cosas al
Madrid ya lo ha goleado unas cuantas veces, lo verá contra el
Manchester City y solo hasta mayo lo volverá a encontrar en su camino. Y, además, Flick tiene un equipo de ayudantes que ya se ocupan del seguimiento de los adversarios. Aplaudo la sinceridad de Flick en todos los aspectos. No duda en descubrir los secretos de vestuario como cuando comenta que quería sacar a
Gavi a jugar unos minutos en el Barça -
Valencia y el futbolista le pidió que mejor pusiera a
Pablo Torre, o cuando reconoce que el doctor del equipo
Ricard Pruna recomienda que
Gavi no podía seguir jugando tras sufrir un duro golpe en la cabeza en el último partido contra el Alavés. Las únicas dudas que tengo de Hansi Flick es que si llega a ganar la Champions y la Liga quiera continuar en el Barça porque entre otras cosas va a tener una lluvia de ofertas importantes, y sabe perfectamente que la palabra del más alto cargo del club azulgrana se rompe por todas sus letras.
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