El
Madrid intenta revertir el relato. Pasar de ser el equipo más beneficiado a una víctima de los arbitrajes. Viene de conquistar
Liga y
Champions y se queja de que las decisiones de los árbitros le impiden ganar títulos. Viene de un regalo a favor contra el
Celta y explota por una tarjeta frente al
Espanyol. Están de los nervios, excesivamente soliviantados, aunque fue el club blanco el que cambió el funcionamiento del VAR, es el actual líder, lleva una estadística de 10 penaltis a favor y ninguno en contra y de los primeros equipos del campeonato es el que ha visto a más rivales expulsados. Lleva mucho tiempo con su canal de televisión oficial destrozando a los árbitros y ahora aboga por un cambio porque cree que sus males no son las lesiones, la falta de juego, no acabar de integrar a
Vinicius con
Mbappé o seguir añorando a
Kroos. Eso es fútbol y el Madrid lo que quiere es guerra, con la Superliga como objetivo en el horizonte, y un relato favorable para apoyar sus intereses.
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