El Espanyol, a diferencia de la tranquilidad vivida en el recién finalizado mercado invernal,
vivirá un verano movido en cuanto a salidas se refiere. Con indiferencia de la categoría en la que milite el equipo blanquiazul el próximo año, aunque lógicamente de bajar a Segunda División el escenario se complica sobremanera, la afición perica afronta temerosa la posible salida de jugadores importantes, los referentes del actual vestuario.
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