Especialmente durante los últimos años hemos sido testigos de
históricas subidas de precio, sobre todo en productos de primera necesidad como son el
aceite, el
pan, las
verduras, la
fruta o la
leche. También en otros artículos imprescindibles como el
combustible, la
luz o el
gas, entre otros. Por no hablar del
acceso a la vivienda, cada vez más inaccesible para los jóvenes que desean emanciparse.
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