Más que fría, el
Barça Atlètic recibió el pasado domingo un jarro de agua helada, congelada. El filial azulgrana tenía un duelo directo contra el
Osasuna Promesas en el que podía coger algo de aire y salir del pozo en el que ya lleva varias semanas, pero no lo aprovechó. El equipo de
Sergi Milà cayó por 0-2 en el
Johan Cruyff y su situación es más complicada a cada semana que pasa.
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