La historia real de ‘El 47’, el activista que secuestró un autobús para reivindicar servicios para su barrio

La película El 47 (dirigida por Marcel Barrena) cuenta la historia de Manuel Vital, un conductor de autobús que en 1978 secuestró una línea de Barcelona para demostrar que el transporte público podía llegar hasta su barrio. Pero el filme cuenta mucho más. Muestra los inicios de la constitución de la Barcelona actual a partir del éxodo rural que se produjo en España en los años 50. Y se centra en el papel que tuvieron esos inmigrantes extremeños y andaluces organizados en sindicatos y agrupaciones políticas para lograr que se equiparasen las infraestructuras entre unos barrios y otros durante la Transición. 

Por el principio. La de Manuel Vital es la historia de miles de personas que, a finales de los 50, dejaron el pueblo para ir a vivir a grandes urbes en busca de trabajo. Vital llegó a Barcelona desde su Valencia de Alcántara natal (Cáceres) en 1947, con 24 años, donde se quedó hasta su muerte en 2010, con 87. 

Como muestra la película El 47 y contó el propio Vital en una entrevista, junto a otros inmigrantes de Extremadura, Andalucía o Galicia, se instaló en 1951 en el valle entre la sierra de Collserola y la periferia de Barcelona: un terreno baldío, una zona despoblada y sin urbanizar donde ellos mismos levantaron las primeras barracas precarias que dieron forma al barrio de Torre Baró. Hoy, es uno de los 13 barrios del distrito barcelonés de Nou Barris, con una población de 2.939 habitantes, una superficie de 1,76 kilómetros cuadrados y una pendiente de 10,8%.

• Los datos. Entre 1950 y 1975, se produjo en España el éxodo rural, un movimiento migratorio de familias que vivían en pueblos con destino al medio urbano. El INE calcula que 3.100 millones de españoles se trasladaron a la ciudad en la década de 1960. El destino se centró en los focos industriales y del sector servicios de Madrid, Barcelona y País Vasco. 

• Con nocturnidad. Las primeras chabolas que acabarían evolucionando en casas hechas con las manos de sus habitantes se construían noche a noche, como muestra la película. Para que la policía no impidiera esa proliferación clandestina, los emigrantes tenían que construir las paredes y techar en una noche. Según la norma, que documenta el trabajo de investigación de Francisco Andrés Burbano para la Universidad Complutense, si por la mañana el edificio tenía techo, la policía no podía echarlo abajo.

Secuestro del autobús. “El 7 de mayo de 1978, Manuel Vital, un conductor de Transportes de Barcelona y líder sindicalista, en su doble condición de vecino de una zona olvidada, secuestró un autobús articulado de la línea 47 para demostrar que el transporte público que reclamaba Torre Baró podía llegar a través del único acceso que tenía el barrio”. Así recuerda la página web de Autobuses de Barcelona la hazaña que recrea la película El 47 casi calcada. 

• Vital fue juzgado, acusado de secuestro. La empresa le advirtió que si volvía a hacerlo le despedirían de la compañía sin recursos, pero acabaron readmitiéndole. Como resultado del secuestro y de las presiones vecinales, la línea 47 se fue prolongando año a año hasta que se consiguió, en los 80, servicios de autobuses a Torre Baró. 

Lucha colectiva, no individual. La película muestra a Vital como un líder vecinal que actúa de manera individual, casi como fruto de un arrebato espontáneo, para dotar de infraestructuras al barrio. Sin embargo, la cinta no hace ninguna referencia explícita a la ideología que motivó la acción de Vital, que respondía a su compromiso sindical y político. 

• Vital era militante del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC, un partido político catalán de ideología comunista que existió entre 1936 y 1987) y de la entonces clandestina Comisiones Obreras (CCOO). Como demuestra la investigación del historiador y periodista Marc Andreu publicada en El País —que ha tenido acceso al Archivo Histórico de la Comisión Obrera Nacional de Cataluña—, las acciones de Vital en Torre Baró fueron fruto de una práctica política y de su organización, y no una acción aislada.
• Vital tuvo un hijo, no una hija. La película se toma la licencia de convertir a Joana en hija de Vital. En la realidad, Joana es la nieta de Manuel Vital, la hija de su hijo, también llamado Manuel Vital, que colaboró en el desarrollo del filme. 

Contexto. Como recoge la investigación de Manuel de Miguel Sánchez y Paz Llorente, de la Universidad de Alcalá (página 242), los movimientos ciudadanos eran habituales en los 70 y tuvieron éxito debido a tres factores que confluyen en ese momento y que no se vuelven a repetir: el descontento social por el desarrollo de barrios mal equipados y conectados, la apertura hacia una democratización creciente del régimen y la existencia de un verdadero sentimiento de vecindad e identidad apoyado en una estructura social muy polarizada. Es decir, las clases sociales son pocas y muy diferenciadas, lo que hace que las más desfavorecidas se sientan a la vez más unidas entre sí.

• Vital fundó y presidió, junto a otros vecinos, la primera asociación de vecinos de Nou Barris en 1970: la Asociación de Vecinos del Sector de Vallbona-Torre Baró-Trinitat, la cual nació al rescoldo de la oposición popular a un plan urbanístico. Por esta iniciativa “que fue el núcleo dinamizador de otras asociaciones de vecinos que se crearon en el distrito”, el Ayuntamiento de Barcelona condecoró a Vital con la medalla de Honor de la ciudad en 1997.