ANÁLISIS | Luis Carrión: apuesta por la continuidad en el modelo de juego
El técnico catalán ha sido el elegido para continuar con el proyecto de la UD Las Palmas en Primera División. Después de dos temporadas y media con García Pimienta, el conjunto amarillo tendrá en sus banquillos a un entrenador con otro planteamiento pero manteniendo la misma apuesta por el modelo de juego. Tras varias semanas […]
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El técnico catalán ha sido el elegido para continuar con el proyecto de la UD Las Palmas en Primera División. Después de dos temporadas y media con García Pimienta, el conjunto amarillo tendrá en sus banquillos a un entrenador con otro planteamiento pero manteniendo la misma apuesta por el modelo de juego.
Tras varias semanas de incertidumbre, la UD puede decir que ya tiene a su brújula para la próxima temporada. Luis Carrión (07/02/1979, Barcelona), es el nuevo técnico amarillo en principio para las dos próximas temporadas. Una apuesta decidida por parte de la dirección deportiva, siendo su primera opción hasta el punto de esperar hasta el final para ver si ascendía o no con el Real Oviedo. Una decisión arriesgada que nos hace ver las grandes esperanzas que hay depositadas en la figura del nuevo entrenador.
Quienes hayan visto por primera vez la propuesta de fútbol de Luis Carrión en estos play off de ascenso posiblemente se hayan extrañado de que Las Palmas insistiera tanto en su contratación. Sin embargo, limitarse a sacar conclusiones en una promoción, con todo lo que hay detrás a nivel emocional y por cómo se suelen encarar este tipo de partidos, puede llevar a conclusiones precipitadas. Lo cierto es que la visión de Carrión, aunque diferente a la de García Pimienta, encaja con el modelo de juego de la UD. La dirección deportiva entiende que muchas de las carencias del antiguo entrenador amarillo pueden subsanarse con las ideas del barcelonés.
ADN Barça…con matices
Antes de analizar cómo juegan los equipos de Luis Carrión, es interesante viajar al pasado y recordar su perfil como jugador. Criado en el fútbol catalán, Carrión llegó al FC Barcelona en etapa juvenil, donde coincidió con ilustres del equipo blaugrana: Xavi Hernández, Carles Puyol, Mikel Arteta, Thiago Motta…aunque nunca llegó a debutar con el primer equipo. Tuvo la mala suerte de sufrir en las dos rodillas la que posiblemente sea la peor lesión posible para un jugador de fútbol: rotura del ligamento cruzado. Tras abandonar La Masia pasó por diferentes históricos del fútbol español: Nàstic, Córdoba o Deportivo Alavés, entre otros.
Jugaba de lateral diestro y su perfil de jugador ya avecinaba cómo plantearía sus partidos años después como entrenador: «Mis compañeros se reían porque parecía más mediapunta que lateral, era muy ofensivo cuando en aquella época todavía no se llevaban. En defensa sufría un poco, la verdad», reconocía en una entrevista a Relevo.
La carrera de Luis Carrión en los banquillos empieza curiosamente en el fútbol femenino, dirigiendo al Espanyol. Un paso que quizás resulte anecdótico pero que obligó al catalán a sacar lo mejor de sí mismo. En aquel entonces (hablamos de 2011) el fútbol femenino no estaba tan profesionalizado como ahora. Primaba más lo táctico y técnico que lo físico. Sin ser el conjunto perico gran favorito, Carrión llevo al equipo a ser tercero y quinto clasificado en Liga, además de ganar la Copa de la Reina.
La primera experiencia en el fútbol profesional: cara y cruz en Soria
Acabado su ciclo, ahora sí que dio el salto al fútbol masculino, teniendo su primer periplo en Córdoba, equipo del que había sido jugador. Mismo caso que en el Melilla años después. Su primer aventura en el fútbol profesional llegaría en la famosa temporada de la pandemia, la 19/20. Dirigió a un Numancia que durante la primera vuelta cuajó una temporada excelente, con un fútbol muy ofensivo que sorprendía a propios y extraños. Antes del parón por la pandemia, el equipo estaba en un gran momento, ocupando durante varias jornadas los puestos de promoción. Sin embargo, el equipo se cayó por completo tras la reanudación de la competición. Encadenó una racha nefasta de ocho derrotas y tres empates en 11 partidos y pasó de soñar con un ascenso a Primera a perder la categoría. Se quedó a un solo punto de la salvación.
Pese a lo catastrófico de su final, su buen hacer en el primer tramo de la competición hizo que su nombre quedara guardado en muchas agendas. Sobre todo en la de Manolo Sánchez Breis, director general del Cartagena. El Efesé estaba viviendo una etapa convulsa antes de la llegada de Carrión. El catalán fue el tercer técnico que dirigía al club en aquella temporada (20/21) y cuando aterrizó en Cartagonova el equipo ocupaba puestos de descenso. Su fichaje supuso un soplo de aire fresco para el equipo, que desde ese momento no paró de crecer y certificaría la permanencia con varias jornadas de antelación.
Desde aquel entonces, las dos temporadas completas que Luis Carrión dirigió al Efesé fueron un espectáculo total. Con una plantilla que no tenía otro objetivo que certificar la permanencia, el Cartagena fue una de las revelaciones en Segunda División, siendo serio candidato durante buena parte de los dos cursos a jugar en el play off. Un equipo con una vocación muy vertical y ofensiva, que intentaba avasallar a sus rivales desde el minuto uno.
El doble pivote y el mediapunta como pilares en Cartagonova
A diferencia del 4-3-3 que ha sido prácticamente fijo en los esquemas de García Pimienta, Luis Carrión intenta proponer un estilo atractivo con otros elementos. En Cartagena destacaba mucho el doble pivote para apuntalar el centro del campo. Esta estructura la conformaban un jugador de corte físico y perfil más defensivo (Yann Bodiger en la primera temporada, Damián Musto en la segunda), y otro con mejor trato y criterio con el balón (Sergio Tejera en la primera, Mikel Rico en la segunda al que se le unió Pêpê en invierno).
Pero sobre todo la figura sobre la que giraba el esquena de Carrión en el Efesé era la del mediapunta. Pablo De Blasis era el jugador con más calidad de aquella plantilla y el juego ofensivo del Cartagena giraba en torno a él. Se le daba libertad total partiendo por dentro. Quizás sea uno de los motivos por los que ha sido elegido como técnico de la UD, que también tiene enganches como figuras más destacadas. Sin embargo, este concepto de mediapunta como tal apenas se vio en la UD de Pimi, fiel al mismo esquema. Uno de los grandes «perjudicados», fue Alberto Moleiro, que prácticamente siempre jugó en banda izquierda.
Continuidad del esquema en Oviedo
Esta idea de fútbol que tantos éxitos le dio a Carrión en Cartagena se ha mantenido en el Tartiere, aunque con algunos matices. El técnico se encontró con una plantilla en la que él no había tomado parte y que venía practicando con Álvaro Cervera un fútbol antagónico a su planteamiento. Poco a poco empezó a dar su sello, empezando por definir el doble pivote. Al igual que hiciera con el Efesé, esta estructura siempre formada por un jugador de corte defensivo y fuerte en lo físico (Luismi Sánchez) acompañado de otro futbolista de corte más técnico, con ida y vuelta y capaz de abarcar mucho campo (Santiago Colombatto). En ocasiones este último rol lo ha cumplido Jaime Seoane, aunque por regla general el madrileño ha estado de enganche.
Estamos hablando de un estilo muy directo con la pelota pero en el que el balón sigue siendo protagonista. Con García Pimienta veíamos posesiones largas y donde parecía que el equipo no generaba peligro alguno. Muchas veces estas posesiones tenían como objetivo que el rival no la tuviera. Con Carrión muy difícilmente veremos algo parecido. Sus equipos están enfocados en la portería contraria. En Cartagena se podría haber acusado de ser algo kamikaze, anotando muchos goles pero también encajándolos. En Oviedo la situación cambió, con un entrenador igual de ofensivo pero con más conceptos (y jugadores más regulares) en defensa. 14 porterías a cero esta temporada, donde el cuadro carbayón fue el tercer equipo que menos goles encajó. Solo recibieron menos los dos conjuntos que ascendieron de manera directa.
¿Qué debemos esperar de Carrión en la UD?
Muchos de los elementos que le han dado éxito a Luis Carrión están ahora mismo en la UD Las Palmas. En defensa tiene centrales sólidos y con buena salida con la pelota. En los laterales jugadores con recorrido y profundidad (su fichaje viene de la mano con el de Viti, extremo que él mismo ha reconvertido a lateral), la figura del mediapunta es el buque insignia del equipo amarillo y dentro del doble pivote tiene a una de las dos partes, la del centrocampista técnico y capaz de abarcar mucho campo (sobre todo en las figuras de Kirian y Enzo).
Falta sobre todo la otra parte de este binomio. El pivote posicional y físico, más encargado en destruir el juego rival. Ahora mismo el único jugador con ese perfil es Nuke Mfulu, cuya continuidad no está asegurada. También habría que estar pendientes a la delantera, posición que tantos debates ha generado en la UD. Más allá de cifras goleadoras, los equipos de Carrión siempre han tenido delanteros asociativos y sobre todo autosuficientes de cara a portería. Tenemos el ejemplo de Rubén Castro en Cartagena y este último de Alemão en Oviedo, pasando por otro ex amarillo como Armando Sadiku.
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