Ayuso adjudicó a dedo las comunicaciones de servicios críticos de Madrid
El coronavirus forzó a la capital a tomar la decisión de adjudicar sin publicidad una prórroga del contrato. Telefónica Móviles se responsabilizará hasta final de año
La Comunidad de Madrid adjudicó a dedo las comunicaciones de los servicios críticos de Madrid durante la pandemia causada por la covid-19. La situación de excepcionalidad provocada por el virus forzó a la capital a prescindir del habitual procedimiento publicitario.
"El contrato tiene como objeto la prestación del servicio de atención integral a los equipos humanos que gestionan los servicios críticos de la Comunidad de Madrid, dotándoles de comunicaciones redundantes a la red pública, seguras extremo a extremo y accesibles desde sus dispositivos corporativos, así como las comunicaciones de estos con otros entes, organismos o entidades o sus correspondientes Centros Estratégicos de Comunicaciones", explican fuentes cercanas al concurso.
La empresa adjudicataria fue Telefónica Móviles y el hecho se produjo el 27 de julio. El operador de telecomunicaciones español se responsabiliza, tal y como refleja el pliego de condiciones, del "servicio de comunicaciones seguras de la Comunidad de Madrid".
Un servicio por el cual la Comunidad de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso al frente, abonará a Telefónica Móviles un total de casi 600.000 correspondientes al último semestre del año. La adjudicación es una prórroga del contrato por valor de 2,6 millones que la compañía tenía firmado anteriormente. La prórroga se extiende durante todo 2020 (desde julio) y está previsto que a principios de 2021 la región vuelva a lanzar otro concurso para este mismo servicio pero por el procedimiento habitual.
2.000 ordenadores
La Comunidad de Madrid compró 2.000 ordenadores portátiles en mayo por este mismo procedimiento -sin publicidad- por valor de dos millones de euros. La empresa adjudicataria fue Bechtle Direct.
Las adjudicaciones de contratos públicos sin publicidad, coloquialmente denominadas como realizadas 'a dedo', han sido habituales tanto por parte de gobiernos regionales como del Ejecutivo central durante los meses más duros de la pandemia.
Se trata de un procedimiento que elimina determinados formalismos en momentos en los que se requería una mayor agilización en la contratación de servicios o compra de productos.