Salvador Illa sólo dimitirá como ministro cuando se asegure que las catalanas serán el 14-F
Fuentes de Moncloa y del PSC prevén que el titular de Sanidad sea relevado a partir del 15 de enero, fecha límite para que el Ejecutivo catalán aplace los comicios
La elección de Salvador Illa como candidato del PSC en las elecciones catalanas no ha ido acompañada de su dimisión al frente del Ministerio de Sanidad. Las fuentes de Moncloa y del PSC consultadas explican que esta decisión se tomará a partir del 15 de enero, fecha límite para que el Ejecutivo catalán decida si aplaza las elecciones hasta mayo -tal y como avanzó Vozpópuli- debido a la mala evolución de la pandemia.
El Gobierno de coalición trabaja con la hipótesis de que los comicios se podrían postergar a causa de la situación sanitaria. Este lunes la Generalitat ha anunciado nuevas medidas restrictivas como un confinamiento municipal perimetral durante diez días con la esperanza de que el ratio de transmisión descienda después de que el plan de Navidad no haya tenido los efectos esperados.
Ante esta coyuntura de alta volatilidad, el presidente Pedro Sánchez -quien apostó personalmente por que Illa liderara la candidatura socialista en la región- no quiere relevar el ministro para que "no pierda proyección pública" si se demora la votación. Además, tampoco resulta fácil encontrar un relevo al frente del Ministerio de Sanidad en el momento actual donde todavía no se vislumbran los réditos de la campaña de vacunación sino todo lo contrario: con un ritmo bajo de vacunación para lograr la inmunidad de grupo.
Aunque desde la Generalitat mantienen su apuesta de citar a los catalanes a las urnas el próximo 14 de febrero, en la mesa de partidos para tratar las elecciones ya se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de aplazarlas. Y así se prevé en el propio decreto de convocatoria del Govern pese a su posicionamiento público de mantenerlas.
Vacunación e indultos
Un eventual aplazamiento, plantean las fuentes consultadas, serviría para contar con un escenario más favorable a los intereses de Moncloa: "Si se aplazan a mayo podrá presentar la imagen de haber vacunado al 40% de la población". E, incluso, garantizar que los indultos a los líderes del procés condenados por sedición lleguen a tiempo antes de la votación.
Desde ERC ya trabajan para que los presos puedan acogerse a salidas puntuales para participar en la campaña, que empezará el próximo 29 de enero. Y en función de la evolución de la pandemia acabarán de decidir si se aplazan o no las elecciones. Por un lado, los sondeos internos que manejan empiezan a reflejar una erosión de sus apoyos debido a que han gestionado las consejerías, como Salud o Trabajo, más vinculadas a la crisis sanitaria y por sus pactos con el PSOE sin contrapartidas visibles para solucionar el "conflicto político".
Erosión interna de ERC
No obstante, dentro del partido también hay quien considera que aplazarlas podría solamente agravar sus expectativas de éxito electoral y dar aire a los de Carles Puigdemont. En esta línea, las propias bases del partido se están movilizando para evitar cualquier entente post-electoral con Comuns o PSC y abogan por que ERC, en caso de ganar las elecciones, alcance pactos solo con los "partidarios de la independencia".
La elección de Illa como candidato también añade presión al resto de formaciones. El titular de Sanidad es el segundo político catalán mejor valorado por el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) -el CIS catalán- con un 4,72 sobre 10, solo por detrás de Oriol Junqueras. Y se le reconoce como un candidato menos contemporizador que Miquel Iceta, primer secretario del PSC, con el nacionalismo.
En este sentido, nadie duda de que Illa irá a la caza de parte del casi millón de votos que obtuvo Ciudadanos en las últimas elecciones catalanas y que en este objetivo su perfil es más idóneo que el del anterior candidato Iceta. El siguiente paso es que no pierda parte de la visibilidad actual si lo relevan antes de tiempo de sus funciones en Sanidad.