Iglesias aniquila el plan electoral de Colau al comparar a Puigdemont con los exiliados del franquismo
Las declaraciones del vicepresidente han generado enfado en los Comunes, que aspiran a diferenciarse de los independentistas. Confidentes de Iglesias le advierten del error y le avisan de que no intente seducir a Puigdemont para obtener cargos en el nuevo Govern
Las declaraciones de Pablo Iglesias del pasado domingo en las que el vicepresidente segundo comparó a los exiliados del franquismo con Carles Puigdemont han generado un "enorme cabreo" en el partido de Ada Colau. La alcaldesa ya advirtió a Iglesias de que su acercamiento a ERC era dañino para el partido en Cataluña. Ahora que Iglesias ha ido más allá, el entorno de Colau quiere que rectifique esta misma semana, según ha podido saber Vozpópuli. Incluso algunos confidentes de Iglesias le han advertido del error.
El año no podía haber empezado peor. El partido de Colau tiene por delante una campaña electoral muy difícil, con las bases desencantadas, un candidato del PSC considerado muy "visible" y fuerte y, ahora, un vicepresidente que ancla el partido al independentismo, lo que dinamita los esfuerzos de Colau y su candidata a la Generalitat, Jessica Albiach, por encontrar un perfil propio.
El PSC se frota las manos
La alcaldesa de Barcelona, que está valorando hasta qué punto involucrarse en la campaña por temor a quemar su imagen, tiene ahora que lidiar con otro incendio. Iglesias afirmó en el programa Salvados que la huida de Puigdemont tras el 1-O es comparable a la salida de los opositores del franquismo durante la dictadura.
"Es un escándalo, una vergüenza", glosan dirigentes de los Comunes. El partido de Colau, que representa una difícil síntesis entre los de Podemos, los afines a la alcaldesa y la extinguida Iniciativa, está acostumbrado a la mezcla de opiniones. Pero en este caso la crítica es casi transversal. Algunos van incluso más allá, y acusan a Iglesias de "banalizar el fascismo".
El exdiputado y sindicalista Joan Coscubiela, uno de los referentes de los de Iniciativa en los Comunes, censuró la frase públicamente. "No hay nada peor para una fuerza política que romper el vínculo emocional con su gente. Está pasando con las declaraciones de Pablo Iglesias sobre Carles Puigdemont. No es una anécdota ni la primera vez. Llueve sobre mojado", dijo.
Al otro lado de la orilla, tanto el PSC como ERC han comprendido de inmediato la oportunidad política. El candidato de ERC Pere Aragonés ha instado a Iglesias a respaldar la amnistía para los condenados del 1-O. Mientras que primer teniente de alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, se ha lanzado al ataque de Iglesias: "Los populismos siempre tratan de reescribir la historia. No lo permitamos", ha afirmado. Lo mismo han hecho el ministro y candidato Salvador Illa y otros diputados del PSOE.
Puigdemont huyó de la justicia tras quebrar el Estado de Derecho contra la voluntad de la mayoría de ciudadanos/as. Los exiliados republicanos escaparon de una dictadura impuesta tras un golpe militar.
— Jaume Collboni (@jaumecollboni) January 18, 2021
Los populismos siempre tratan de reescribir la historia. No lo permitamos. pic.twitter.com/1OJGMYOLts
"Lo digo claramente, sí"
Los morados, mientras tanto, han intentado frenar la polémica. Mientras que para Pablo Echenique la polémica es una "gilipollez invent", la portavoz Isa Serra ha intentado matizar la frase del secretario general en la habitual rueda de prensa del lunes, escudándose en la RAE. "Hasta la RAE dice que un político que ha salido del país por defender planteamientos políticos es un exiliado", ha defendido. Y ha añadido que Iglesias se refirió a contextos históricos "diferentes" y que "comparar dos cosas no quiere decir que son iguales ni equipararlo al sufrimiento de las víctimas del franquismo".
Para otros miembros de Podemos, sin embargo, ese argumento es simplemente una "idiotez". Y circula en las altas esferas del partido la idea de que las declaraciones de secretario general han sido un patinazo.
El domingo, Iglesias sostuvo en referencia a Puigdemont: "Si está en Bruselas no es por haber robado dinero a nadie, sino por llevar sus ideas políticas hasta un extremo que, para mí, es erróneo y no es indiferente al derecho (...) Se ha jodido la vida para siempre por unas ideas políticas que yo no comparto". Y a la pregunta si "¿considera realmente a Puigdemont un exiliado, como se exiliaron muchos republicanos durante la dictadura del franquismo?", contestó tajante: "Pues lo digo claramente, creo que sí. Y eso no quiere decir que yo comparta lo que hiciera".
Ni siquiera el diputado catalán Jaume Asens, persona cercana al propio Puigdemont, a quien aconsejó huir de España tras declarar la DUI, defendió de forma explícita la comparación del expresidente sobre los exiliados del franquismo. Matizó al igual que Serra, aunque volvió a sostener que las palabras del vicepresidente demuestran que "una parte del Gobierno trabaja para el regreso de los exiliados", mientras que la “otra parte no”.
El intercambio de favores
Las declaraciones de Iglesias no podían caer en momento peor. Los Comunes se encuentra ahogados por la pinza del PSC y otras formaciones (desde la derecha de Vox, hasta el nuevo partido progresista Izquierda en Positivo) que aspiran a arañarles votos. Los sondeos internos dibujan un escenario electoral casi apocalíptico. Circula incluso el temor a un sorpasso del partido de Santiago abascal.
Esa circunstancia también preocupa a Iglesias, porque en Madrid gana fuerza la tesis (respaldada por La Moncloa) que después de las elecciones catalanas habrá que reajustar algunos mecanismos en el Gobierno.
Algunos sostienen en Podemos que Iglesias se equivocó por empatía con la soledad del expresident en Bélgica. Estos sectores recuerdan que Iglesias lleva años quejándose de su cargo, y de que le ha limitado la vida social. Se trata de un "sacrificio", en palabras del propio Iglesias, que, sin embargo, ya no convence a casi nadie. Dirigentes del partido e incluso diputados atacan de puertas adentro ya sin miramiento al líder.
Otros buscan una estrategia detrás de las palabras de Iglesias. Algo parecido a un golpe de efecto, por ejemplo, para congraciarse con los de Puigdemont de cara a una negociación para el nuevo Govern. Sin embargo, esta opción no convence casi a nadie. La propia Albiach es muy dura con JuntsXCat y personas del entorno de Iglesias y que conocen la realidad catalana advierten de que Puigdemont no buscará el entendimiento.