Tensión en Moncloa tras consumarse la 'operación Illa': "¿Y si sale mal?"
Pedro Sánchez despliega desde el Gobierno una operación de propaganda sin precedentes para el candidato del PSC el día de su despedida del Consejo de Ministros
Hace ya mucho tiempo que determinados sectores del PSOE perdieron la capacidad de asombrarse con Pedro Sánchez. Pero la despedida de Salvador Illa del Consejo de Ministros ha devuelto parte de ese asombro. El Gobierno ha desplegado una operación de propaganda sin precedentes para despedir al ministro de Sanidad y dar la bienvenida al cabeza de lista del PSC en las elecciones catalanas.
La operación Illa se ha ejecutado en el peor momento posible, según fuentes socialistas consultadas por Vozpópuli. El nerviosismo se ha instalado en La Moncloa, porque hay mucho en juego. El órdago de Illa es grande, pero las intenciones no cuentan en política. El éxito dependerá del resultado del 14 de febrero, si la justicia ratifica esa fecha.
"¿Y si sale mal?"
"¿Y si sale mal?", se preguntan desde el partido. Ese nerviosismo se ha trasladado a la escenografía del martes. La confusión entre la institución que representa el Gobierno y el partido, el PSOE, en este caso, ha estado presente durante toda la jornada, según explican estas fuentes. La coreografía ha incluido la intervención de Illa tras el Consejo y los reportajes de las últimas 24 horas con la pandemia del coronavirus desbocada. El presidente ha puesto la guinda con sus palabras de despedida desde las escaleras del Palacio de la Moncloa.
"Si tuviera que destacar una cualidad de su paso por el Ministerio sería una sencilla palabra, que dice mucho sobre sí mismo y su mirada hacia los demás: respeto", ha dicho Sánchez.
El jefe del Ejecutivo y líder del PSOE arriesga mucho en esta apuesta personal. "Si sale bien, será un héroe y (Iván) Redondo el mejor estratega del mundo", dicen. "Si sale mal, le dirán de todo. Pero es que la política es así. La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana". Sin embargo, y antes de que las urnas hablen, el consenso en el seno del partido es que Illa es mejor candidato que el nuevo ministro Miquel Iceta, al que Sánchez buscaba una salida desde hace tiempo.
Lo intentó colocar primero en la presidencia del Senado, pero el independentismo lo evitó. Ya en el verano, las encuestas internas del PSOE diagnosticaban un agotamiento de la figura de Iceta, el último líder de un gran partido político catalán que sobrevivía al proceso separatista.
Iceta, el gran apoyo de Sánchez
Iceta ha sido un dirigente territorial clave para Sánchez. Se rebeló contra la abstención de la gestora ante Mariano Rajoy, y apoyó al actual presidente en las primarias. Iceta, aunque desgastado por los malos resultados, ha influido orgánicamente en el giro del PSOE hacia el federalismo y la plurinacionalidad de España.
Iceta ha sido además un contrapeso frente a barones territoriales como Javier Lambán o Emiliano García Page a la hora de defender los pactos de Sánchez con el separatismo y la mesa de diálogo con la Generalitat.
La apuesta del presidente por Illa está basada en sondeos, que sin embargo todavía ofrecen muchas dudas a los expertos. El impacto del nuevo candidato es evidente. Y ha obligado a otras formaciones a reposicionar sus mensajes sobre posibles alianzas. Sánchez cree que con Illa sale a ganar, y se ve capaz de recuperar voto de Ciudadanos a pesar de sus acuerdos nacionales con Bildu y ERC.
Las encuestas premian a Illa
Sin embargo, hay quienes creen que sus expectativas están sobrevaloradas. Y que el PSC, que parte de un suelo de 17 escaños, puede recuperar parte pero no todo el voto que se concentró en Ciudadanos hace cuatro años.
La consultora Redlines del columnista de este diario César Calderón ha publicado una revisión de la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas. Lo que ha hecho Redlines es prescindir de los polémicos métodos del director del CIS, José Félix Tezanos. Y ha aplicado la misma cocina que se utilizó en la prelectoral catalana del 2017 –la única que vaticinó la victoria de Inés Arrimadas-.
Según estos datos, Illa ganaría, pero por un margen mucho más estrecho del que predice el CIS. El PSC obtendría el 20,8% de los votos y no el 23,9% que le otorga la encuesta. Según este análisis, ERC también estaría sobrerrepresentado por el método Tezanos, mientras que Ciudadanos y sobre todo Junts per Catalunya, infrarrepresentados. El partido de Carles Puigdemont obtendrían seis puntos más de lo que predice el CIS si se aplicara la cocina de cuatro años y podría mantenerse como primera fuerza separatista.