Alerta máxima de incendios, una «anomalía» más propia del verano
La inusual sequía que vive España no solo preocupa por la escasez de reservas de agua, también por el aumento exponencial del peligro por incendios. Según informa el Servicio Europeo de Información sobre Incendios Forestales de Copernicus, todo el país salvo la parte norte se encuentra en un nivel de riesgo alto o extremo. Esto es algo común en verano, pero no es propio del mes de febrero.
Los estudios realizados desde Copernicus califican de «anomalía» lo que está sucediendo tras analizar los datos históricos de los últimos 30 años. Un fenómeno extraño que no se está traduciendo en grandes incendios: en lo que va de año, tan solo ha habido un fuego que haya quemado más de 500 hectáreas: el que tuvo lugar en Hermisende el pasado enero.
Pese a ello, el riesgo es alto y por ello es necesario extremar las precauciones, dado que se están produciendo niveles de sequía más propios del verano. Enero de 2022 ha sido el segundo mes más seco del siglo XXI y el quinto desde que existen registros, en 1961. De hecho, la Junta de Castilla y León ha prorrogado una semana más la orden por la que se fija la época de peligro alto de incendios. Se trata de la cuarta vez que esto sucede, algo propio de verano, pero no del mes de febrero.
El objetivo es evitar, precisamente, lo ocurrido en el primer trimestre de 2021, un año histórico en lo negativo, ya que nunca se habían registrado cinco grandes incendios en ese periodo de tiempo. El fuego ya controlado del Cabo de Creus (Gerona), que ha quemado 433 hectáreas del parque natural, es un ejemplo de lo que podría estar por venir si no se actúa con contundencia frente a los incendios.
Esta alerta se mantendrá durante unas cuantas semanas, ya que según la AEMET, no se esperan precipitaciones en las próximas fechas, lo cual no solo puede agravar la situación de sequía, sino mantener un alto riesgo de incendios.
Habrá más incendios a finales de siglo
Por cada dos incendios que se produzcan en el planeta, habrá tres en el año 2100. Así lo advierte un informe del Programa para el Medio Ambiente de la ONU. Ese riesgo global aumentará incluso en el Ártico, zona donde hasta ahora, por motivos climáticos, no había ninguna clase de problema con el fuego. De hecho, este organismo alerta que los gobiernos no están preparados para afrontar esta problemática y que es necesario aumentar la inversión.
La UNEP estima que para dentro de 8 años, en 2030, los incendios extremos aumentarán un 14% en todo el mundo, algo que afectará de lleno a España, ya que nuestro país ya tiene cierta tendencia a sufrir este tipo de fenómenos. La situación se irá agravando: en 2050, el riesgo aumentará en un 30%.
El cambio climático y las modificaciones del uso de la tierra proyectados harán de los incendios un fenómeno más frecuente e intenso, algo que exige, por parte de los Gobiernos, un cambio de mentalidad en cuanto a la financiación. Según este informe, más de la mitad del presupuesto se destina a la acción directa contra el fuego, pero la planificación y prevención cuenta con partidas muy cortas, de alrededor del 1%.