Los palestinos regresan al devastado norte de Gaza
Decenas de miles de residentes desplazados de Gaza pusieron fin a meses de exilio en campamentos temporales y comenzaron a regresar a lo que quedaba de sus hogares este lunes después de que Israel abrió un corredor hacia el norte del golpeado enclave.
Un video obtenido por CNN mostró un enorme convoy de personas dirigiéndose hacia el norte de Gaza a pie, llevando equipaje y niños.
Durante días, estuvieron sentados en las calles o en la playa con sus colchones, pertenencias y tanques de agua, esperando que se abriera el puesto de control según los términos del acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes entre Israel y Hamas.
“Extrañamos nuestro hogar. Llevamos 470 días viviendo en tiendas de campaña”, dijo este domingo Fadi Al Sinwar, de la ciudad de Gaza.
Nadia Qassem, del campo de refugiados de Al Shati, dijo a CNN: “Hemos estado esperando este día durante tanto tiempo”, aunque muchos solo encontrarán escombros donde una vez estuvieron sus casas.
“Queremos volver a casa… Aunque mi casa esté destruida. Extraño mi tierra y mi lugar”, dijo.
Su regreso se retrasó 48 horas después de que Israel acusara a Hamas de violar los términos del acuerdo de alto el fuego por la liberación del rehén Arbel Yehud, retrasando la apertura del corredor Netzarim que divide el territorio.
Hamas e Israel acordaron liberar más rehenes, incluido Yehud, este jueves y el sábado, dijo este domingo la Oficina del Primer Ministro de Israel.
Según el acuerdo, Israel permitiría a los habitantes de Gaza regresar al norte a partir del lunes por la mañana, según la oficina.
El incidente aumentó las tensiones y amenazó con descarrilar la ya frágil tregua.
Esas tensiones aumentaron aún más el sábado después de que el presidente Donald Trump dijera que había discutido su plan para “limpiar” Gaza con el rey de Jordania y que tenía la intención de plantear el asunto con el presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sisi.
El presidente de Estados Unidos dijo que le gustaría que tanto Jordania como Egipto, que limita con Gaza, albergaran a cientos de miles de palestinos, ya sea temporalmente o “a largo plazo”, y les dijo a los periodistas a bordo del Air Force One: “porque estoy viendo toda Gaza ahora mismo y es un desastre, es un verdadero desastre”.
“Es literalmente un lugar de demolición en este momento”, dijo Trump sobre Gaza, gran parte de la cual está en ruinas debido a los incesantes ataques israelíes durante su guerra de 15 meses con Hamas. “Preferiría involucrarme con algunas de las naciones árabes y construir viviendas en un lugar diferente donde creo que tal vez podrían vivir en paz para variar”.
Tanto Jordania como Egipto rechazaron la idea de Trump de expulsar a los palestinos del enclave, argumentando que esa medida los desplazaría de su tierra natal. Los comentarios de Trump también fueron fuertemente condenados por los líderes palestinos y los grupos de derechos humanos, que denunciaron la reubicación forzada de los residentes como una limpieza étnica y un posible crimen de guerra.
“Nuestra negativa al desplazamiento es una postura firme que no cambiará”, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores de Jordania en un comunicado el domingo. Jordania se compromete a “garantizar que los palestinos permanezcan en su tierra”, afirmó Ayman Safadi, y añadió: “Jordania es para los jordanos y Palestina es para los palestinos”.
Jordania ya alberga a más de 2,39 millones de refugiados palestinos registrados y más de medio millón de sirios desplazados por la guerra, según Naciones Unidas.
Egipto también acogió a un gran número de refugiados de Siria, Sudán del Sur, Libia, Iraq y otras naciones africanas, y se ha opuesto repetidamente a intentos anteriores de evacuar a los residentes de Gaza a través de sus fronteras.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto reiteró la posición del país contra “el desplazamiento de los palestinos de sus tierras a través del desalojo forzoso” en una declaración el domingo.
“Esas acciones amenazan la estabilidad, corren el riesgo de extender aún más el conflicto en la región y socavan las oportunidades de paz y coexistencia”, añadió la declaración.
Los comentarios de Trump parecen romper con décadas de política exterior estadounidense, que durante mucho tiempo ha enfatizado una solución de dos Estados para Israel y Palestina.
Dana Stroul, ex subsecretaria adjunta de Defensa para Medio Oriente, dijo a CNN que la propuesta de Trump “alimenta esta narrativa” de que lo que Israel y Estados Unidos realmente quieren “no es un estado palestino que viva junto a Israel, sino en realidad obligarlos a irse a otro lugar”.
Los habitantes de Gaza desplazados que han regresado a sus hogares en otras partes de Gaza durante el alto el fuego dijeron a CNN que han encontrado ruina y destrucción, y que hay poco que rescatar de los ataques militares de Israel que dejaron gran parte de la estrecha franja inhabitable.
Pero la idea de Trump de trasladar en última instancia a los residentes a otro país solo ha aumentado los temores de un mayor desplazamiento masivo de palestinos.
La presidencia palestina dijo que el plan “constituye una flagrante violación de las líneas rojas sobre las que los dirigentes palestinos han advertido constantemente”.
“El pueblo palestino nunca abandonará sus tierras ni sus Lugares Sagrados y no permitirá que se repita la Nakba de 1948 y la Naksa de 1967”, afirmó la presidencia.
El movimiento de refugiados palestinos fuera de Gaza evocaría dolorosos recuerdos del desplazamiento masivo que acompañó la creación de Israel en 1948. Hay unos 5,9 millones de refugiados palestinos en todo el mundo, la mayoría de ellos descendientes de las 700.000 personas que fueron expulsadas o huyeron de sus hogares durante la Nakba, o catástrofe.
Cientos de miles más fueron desplazados durante la guerra de 1967, cuando Israel capturó la Ribera Occidental de Jordania y Gaza de Egipto.
Se teme que, si se lleva a cabo, el plan de Trump pondría fin a cualquier perspectiva futura de paz entre palestinos e israelíes basada en una solución de dos Estados.
Hamas dijo en un comunicado que “rechazará categóricamente cualquier plan para deportarlos y desplazarlos de su tierra” y pidió a la administración estadounidense que “detenga estas propuestas”.
El grupo militante palestino Jihad Islámica también condenó las “declaraciones reprensibles” de Trump y calificó la propuesta como “una continuación de la política de negar la existencia del pueblo palestino, su voluntad y sus derechos”.
Grupos de derechos humanos también denunciaron la idea.
Omar Shakir, director de Human Rights Watch para Israel y Palestina, dijo en una publicación en X que “equivaldría a una escalada alarmante en la limpieza étnica del pueblo palestino y aumentaría exponencialmente su sufrimiento”.
El Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR), un grupo de defensa con sede en Estados Unidos, dijo que la idea de Trump era “una tontería delirante y peligrosa”.
“El pueblo palestino no está dispuesto a abandonar Gaza, y los países vecinos no están dispuestos a ayudar a Israel a realizar una limpieza étnica en Gaza”, afirmó CAIR en X.
Sin embargo, el plan de Trump fue apoyado por los políticos de extrema derecha israelíes.
El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, quien ha abogado enérgicamente por que Israel restablezca los asentamientos judíos en Gaza abandonados bajo una orden israelí en 2005, respaldó rápidamente los comentarios de Trump.
“Durante años, los políticos han propuesto soluciones poco realistas como dividir la tierra y establecer un Estado palestino, lo que pone en peligro la existencia y la seguridad del único Estado judío del mundo, y sólo conduce al derramamiento de sangre y al sufrimiento de muchas personas”, dijo en un comunicado difundido por su portavoz.
“Solo el pensamiento innovador y las nuevas soluciones traerán una solución de paz y seguridad”.
El presidente del partido de extrema derecha Otzma Yehudit, Itamar Ben Gvir, felicitó a Trump por la propuesta.
“Creo que cuando el propio presidente de la mayor potencia del mundo plantea esta idea, entonces el gobierno israelí debería implementar medidas para fomentar la inmigración, ahora”, dijo. Ben Gvir fue ministro de Seguridad Nacional de Israel antes de renunciar al gabinete de Benjamin Netanyahu en protesta por el acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes en Gaza.
Kareem Khadder, Betsy Klein, Lex Harvey, Ibrahim Dahman, Dana Karni, Sophie Tanno, Mounira Elsamra y Abeer Salman de CNN contribuyeron a este informe.
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