Este es el panorama en Ecuador en la campaña electoral para elegir al próximo presidente
Ecuador atraviesa un momento de alta incertidumbre política rumbo a las elecciones presidenciales del 9 de febrero, cuando se acaba de cumplir un año de la declaración de conflicto interno armado.
Los desafíos del próximo gobierno —que asumirá en mayo— se centran en la seguridad, la reactivación económica, la crisis energética y las relaciones internacionales.
En un ambiente profundamente polarizado, son 16 los candidatos que se enfrentarán en los comicios y que ya se han cruzado cara a cara en el primer debate obligatorio el domingo pasado. Resta un debate más, el 23 de marzo, en caso de que haya una segunda vuelta electoral que se celebraría en caso de que ningún candidato obtenga la mayoría de los votos válidos o el 40% y una diferencia mayor a diez puntos porcentuales sobre la votación lograda por quien quedó en segundo lugar.
Aparte de los binomios conformados por Daniel Noboa y María José Pinto del Movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), y de Luisa González y Diego Borja del Movimiento Revolución Ciudadana, que llegan como las opciones más fuertes de la contienda, se enfrentan otros 14 candidatos entre los que figuran juristas, empresarios, expresentadores de televisión, activistas, un líder indígena, un general de Policía en servicio pasivo, ambientalistas y exlegisladores.
“La seguridad es el gran problema que ha tenido el gobierno; pero en un país con desigualdades sociales enormes como es Ecuador, creo que entre las prioridades de los sectores menos aventajados están, además de la seguridad, la salud y la educación”, dijo el analista y docente de la Universidad San Francisco de Quito Santiago Basabe en diálogo con CNN.
Con base a estudios y encuestas analizadas por él, Basabe explicó que la campaña electoral se desarrolla con dos marcadas tendencias electorales: la continuidad de Daniel Noboa en el poder o el retorno de la Revolución Ciudadana o correísmo a través de la figura de Luisa González, sumado a un alto porcentaje de indecisos.
“Hay gente que es abiertamente anti Revolución Ciudadana y que jamás votaría por ellos, y que aunque cree que el de Noboa es un mal gobierno estaría dispuesta a volver a votarlo no por él sino en contra de Revolución Ciudadana”, explicó Basabe, y agregó: “Pero hay otras personas que también son contrarias a esa organización política pero que creen que Noboa es aún peor, y que preferirían volver a la Revolución Ciudadana aún si que ésta les guste”.
En ese contexto, los expertos indentifican que entre las demandas ciudadanas se destacan la compleja crisis de seguridad y violencia criminal, la reactivación de la economía, la dinamización del empleo y la inversión, el combate a la corrupción, los incentivos a la política social y la situación energética, con el objetivo de evitar nuevos apagones en 2025.
Basabe añadió, además, la importancia que tendrán para el próximo presidente las relaciones internacionales, sobre todo teniendo en cuenta la declaración de conflicto armado interno y la incursión policial a la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glass.
“El Gobierno está mal parado en términos diplomáticos, con una comunidad internacional que ve con mucha distancia y mucho recelo al país y a la que no le falta razones para ello. Una agresión diplomática como la generada respecto a la embajada de México no tiene ningún tipo de razón de ser. Esto sumado al tema de seguridad, específicamente a la declaración de conflicto armado interno, genera una atmósfera de distancia del entorno internacional”, detalló Basabe.
Lo que está claro hasta ahora es que la victoria electoral será solo el principio de una carrera de cuatro años repletos de desafíos para quien ocupe el sillón de Carondelet.
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