Cómo llegó Trump a su sorprendente idea de “apoderarse” de Gaza
Los funcionarios de la administración de Trump se apresuran a ponerse al día con el imprudente e improbable plan del presidente para que Estados Unidos se apodere de Gaza y la transforme en una “Riviera del Medio Oriente”, tratando de asimilar una idea que algunos esperan que sea tan descabellada que obligue a otras naciones a intervenir con sus propias propuestas para el enclave palestino.
La idea del presidente Donald Trump —anunciada el martes por la noche en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu— se formuló con el tiempo, dijeron personas familiarizadas con el asunto, y pareció originarse en el propio presidente. Fue solo el recordatorio más reciente de que las ideas políticas a menudo comienzan con Trump, en lugar de desarrollarse lentamente a través de expertos nacionales antes de llegar finalmente a la Oficina Oval para su discusión.
En su raíz, dijeron los funcionarios, esta sugerencia tenía como objetivo en parte impulsar la acción sobre un tema que Trump consideraba moribundo, sin que otras naciones ofrecieran soluciones razonables para reconstruir una zona que ha sido arrasada por el asedio y los bombardeos israelíes tras los ataques terroristas de Hamas del 7 de octubre de 2023.
Sea como fuere, su presentación de la idea, que pronunció leyendo notas en la Sala Este, fue una sorpresa.
Un asesor sobre cuestiones de Oriente Medio no había oído la propuesta hasta que Trump la planteó durante su conferencia de prensa. El funcionario se describió a sí mismo como atónito.
Pero otros dijeron que Trump había comentado la idea a personas en los días previos a las conversaciones con Netanyahu. Su enviado a Medio Oriente, Steve Witkoff, que visitó Gaza la semana pasada, regresó a Washington con una terrible impresión de la devastación que presenció, transmitiendo a Trump y más tarde a los periodistas la opinión de que ya no era habitable.
“Son los edificios los que podrían derrumbarse en cualquier momento. No hay servicios públicos allí, ni agua, ni electricidad, ni gas, nada. Dios sabe qué tipo de enfermedad puede estar enconándose allí”, dijo Witkoff a los periodistas el martes. “Así que cuando el presidente habla de limpiarlo, habla de hacerlo habitable. Y este es un plan a largo plazo”.
Las descripciones de Witkoff dejaron una impresión en el presidente, que se preocupó por el asunto. En conversaciones con sus asistentes, lamentó lo que dijo era una falta de planes alternativos ofrecidos por otros actores en la región.
“El presidente ha dicho que ha estado socializando esta idea durante bastante tiempo. Ha estado pensando en esto”, dijo su secretaria de prensa Karoline Leavitt el miércoles.
No obstante, reconoció que la idea no se había formalizado en forma escrita hasta que Trump la expresó el martes.
“El plan fue escrito en los comentarios del presidente anoche cuando lo reveló al mundo”, dijo.
Un funcionario de la Casa Blanca le dijo a CNN que las descripciones de Witkoff de su viaje fueron un “punto de inflexión” para el presidente.
Los asesores cercanos de Trump en Medio Oriente, como el asesor de seguridad nacional Mike Waltz y Witkoff, sabían que Trump planeaba presentar la propuesta el martes, dijo el funcionario. Waltz y Witkoff discutieron la idea con Netanyahu el lunes por la noche durante una reunión con el líder israelí en Blair House, dijo el funcionario.
“La noción de enjabonar, enjuagar, repetir –hagamos lo mismo en Gaza que hemos hecho durante décadas– no se va a sostener”, dijo el funcionario de la Casa Blanca sobre cómo Trump y su equipo llegaron a esta posición. “Hemos estado en este bucle, este ciclo… durante demasiado tiempo y no está funcionando”.
Ahora, los intermediarios de Trump en Medio Oriente están priorizando “pasos continuos”, dijo a CNN una fuente familiarizada con la estrategia, principalmente asegurando que el actual acuerdo de cese del fuego y el acuerdo de rehenes se mantengan y que todas las partes “cumplan con su parte del trato”.
Trump sostiene personalmente que podrá llegar a un acuerdo a largo plazo con Jordania y Egipto para aceptar en última instancia a los habitantes de Gaza desplazados por su iniciativa propuesta, a pesar de que esos países rechazan cualquier plan para aceptar nuevos refugiados palestinos, dijo el funcionario de la Casa Blanca.
Ese será el tema central de la conversación que Trump tendrá con el rey Abdullah de Jordania cuando visite la Casa Blanca la semana próxima.
Al igual que muchos líderes regionales, el rey jordano se enfrenta ahora inesperadamente a una nueva dinámica en la cuestión profundamente compleja de qué hacer con Gaza.
Los comentarios del presidente sorprendieron a varios miembros del gabinete en la Sala Este. Mientras los líderes republicanos observaban desde el Capitolio, ellos también fueron tomados por sorpresa por las declaraciones.
La propuesta para Gaza no ha surgido en las reuniones privadas que Trump ha mantenido con miembros republicanos de la Comisión de Servicios Armados, dijeron los asistentes, a pesar de que el alto el fuego y los desafíos más amplios en todo el Medio Oriente fueron puntos clave de discusión hasta la semana pasada.
“No”, dijo un alto asistente republicano a CNN. “Ni una palabra de esto fue mencionada por el presidente”.
El secretario de Estado Marco Rubio, quien estaba de viaje en Guatemala, escuchó la idea por primera vez mientras miraba la conferencia de prensa de Trump con Netanyahu en televisión. El Medio Oriente ha sido reducido drásticamente de su cartera, con Witkoff, amigo de larga data del presidente, sirviendo como enviado de EE.UU. a la región.
Rubio, que según Trump había sido conectado por teléfono a sus reuniones con los israelíes “escuchando cada palabra que decimos”, escribió después en las redes sociales: “Estados Unidos está listo para liderar y hacer que Gaza vuelva a ser hermosa.
Nuestra búsqueda es la de una paz duradera en la región para todos los pueblos”.
Se desconoce si Netanyahu sabía exactamente lo que Trump quería decir, pero la sonrisa que se dibujó en su rostro dejó en claro que le gustaba lo que escuchaba.
Sin embargo, a pesar de todo el asombro ante las propias palabras de Trump, cuando a menudo sonaba más como un desarrollador inmobiliario que como un presidente estadounidense, sus ideas para Gaza cobraron fuerza a medida que avanzaba el día mientras daba la bienvenida a Netanyahu a la Casa Blanca. Leyó de un texto preparado la frase que generó una doble mirada mundial: “Estados Unidos se apoderará de Gaza”.
Un día después de que Trump hiciera sus comentarios, Waltz sugirió que se había estado preparando durante algún tiempo.
“Hemos estado analizando esto durante las últimas semanas y meses, y francamente él ha estado pensando en ello desde el 7 de octubre”, dijo Waltz el miércoles en CBS.
“No ve ninguna solución realista sobre cómo se van a limpiar esos kilómetros y kilómetros y kilómetros de escombros”, continuó Waltz. Añadió: “El hecho de que nadie tenga una solución realista, y él ponga algunas ideas audaces, frescas y nuevas sobre la mesa, no creo que deba ser criticado de ninguna manera. Creo que va a hacer que toda la región venga con sus propias soluciones si no les gustan las soluciones del señor Trump”.
En conversaciones públicas y privadas durante el último año, Trump ha destacado repetidamente el valor de la ubicación costera de Gaza, sugiriendo que era un terreno privilegiado para el desarrollo.
Su yerno Jared Kushner presentó un argumento similar el año pasado, calificando la costa de Gaza de “muy valiosa”. Kushner no está sirviendo en la Casa Blanca de Trump, como lo hizo durante la primera administración de su suegro, pero de todos modos es visto como una caja de resonancia en temas clave, incluso en Medio Oriente.
Trump, hablando el día de su investidura el mes pasado, dio pistas sobre hacia dónde podría dirigirse su plan para Gaza.
“Es una ubicación fenomenal, sobre el mar, el mejor clima. Todo es bueno. Se podrían hacer algunas cosas hermosas allí”, dijo Trump poco después de ser juramentado.
Dijo entonces que “podría” estar dispuesto a ayudar con la reconstrucción.
Esa apertura a ayudar claramente evolucionó durante las siguientes dos semanas hasta el plan que dio a conocer el martes para tomar el control del enclave –posiblemente con la ayuda de soldados estadounidenses– y reconstruirla en un “lugar internacional, increíble”.
El envío de soldados estadounidenses a la región estaría en marcado contraste con la crítica de larga data de Trump al fortalecimiento de naciones y los enredos extranjeros. Fue uno de los críticos más agudos de la ortodoxia republicana de construcción nacional durante la administración de George W. Bush.
“Pondremos fin a la era de las guerras interminables. En su lugar hay un enfoque renovado y lúcido en la defensa de los intereses vitales de Estados Unidos”, dijo Trump a los cadetes de West Point en 2020. “No es el deber de los soldados estadounidenses resolver conflictos antiguos en tierras lejanas de las que mucha gente ni siquiera ha oído hablar”.
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