Estados Unidos cierra la Oficina de Asuntos Palestinos y la fusiona con su embajada en Jerusalén
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, cerrará la Oficina de Asuntos Palestinos y la fusionará con la embajada de Estados Unidos en Jerusalén, dijo este martes la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce.
“Esta decisión restablecerá el marco del primer mandato de Trump de una misión diplomática unificada de Estados Unidos en la capital de Israel que reporta al embajador de EE.UU. en Israel”, dijo Bruce en un informe del departamento. “El embajador (Mike) Huckabee tomará las medidas necesarias para implementar la fusión en las próximas semanas”.
Bruce afirmó que el cierre de la oficina “no refleja ningún acercamiento ni compromiso de acercamiento a la gente de la Ribera Occidental ni de Gaza”.
“En realidad, es muy similar a lo que está sucediendo aquí con las oficinas, con nuestra reorganización. Se trata de asegurarnos de que los temas que son importantes estén todos trabajando juntos adecuadamente, no estén segmentados para que los intereses de la embajada —muy, muy similares a los intereses de nuestra ayuda exterior y otras acciones— puedan trabajar juntos en la oficina como una sola entidad”, dijo.
Sin embargo, pareció un nuevo deterioro de las relaciones con el pueblo palestino, especialmente porque el anuncio se produce un día después de que Israel aprobara planes para expandir su guerra en Gaza.
Este lunes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo: “Una cosa quedará clara: no habrá entradas ni salidas”. Después de más de 18 meses de guerra, Netanyahu dijo que la población de Gaza será desplazada hacia el sur “para protegerlos”. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, de extrema derecha, dijo el lunes que “finalmente vamos a conquistar Gaza”.
La semana pasada, Trump afirmó que le dijo a Netanyahu: “Tenemos que ser buenos con Gaza”. Pero, hasta ahora, no ha habido ninguna acción para respaldar la retórica, ya que el bloqueo total de Israel a Gaza entra en su tercer mes. De acuerdo con el Ministerio de Salud palestino, más de 52.000 palestinos han muerto desde que comenzó la guerra.
En el primer mandato de Trump, Estados Unidos cerró el consulado general en Jerusalén y lo reabrió como la Unidad de Asuntos Palestinos, que operaba bajo la embajada.
El consulado ofreció al Gobierno Autónomo Palestino un representante estadounidense dedicado y una línea directa a Washington sin pasar por el embajador de Estados Unidos en Israel. Tal arreglo, donde israelíes y palestinos tenían líneas separadas a Washington, era visto como crítico para que Estados Unidos operara como un intermediario imparcial entre ambas partes, especialmente en tiempos de conflicto.
No obstante, David Friedman, el primer embajador de Trump en Israel durante su primer mandato y un firme defensor de los asentamientos israelíes en la Ribera Occidental ocupada, cerró el consulado. El movimiento convirtió a Friedman, que ha criticado abiertamente la idea de un estado palestino, en el principal intermediario para que los palestinos hablen con Washington.
El Gobierno de Biden no reabrió el consulado general a pesar de afirmar que trabajaría para hacerlo.
El movimiento de Rubio para cerrar la Oficina de Asuntos Palestinos parece ser un paso más en el margen de la capacidad palestina para participar directamente con el Gobierno de Estados Unidos, especialmente a través de Huckabee, quien ha dicho en el pasado que “realmente no existe tal cosa como un palestino”.
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