Yolanda Díaz subraya que la mediana salarial en España es de 1.545 euros al mes y denuncia que "así no se puede vivir en Madrid"
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha puesto sobre la mesa este miércoles por la mañana un dato poco habitual para subrayar la deficiente situación salarial que tiene España comparada con los países de su entorno. En una entrevista que la líder de Sumar ha dado esta mañana en la Cadena Ser, Díaz ha declarado con su clásica fórmula: «Le voy a dar un dato: la mediana salarial en España es de 1.545 euros al mes. Soy muy pesada reiterando este dato, pero no somos europeos».
La número tres del Gobierno de coalición ha defendido una vez más su principal objetivo para los próximos meses, una reducción de la jornada laboral sin que esto genere una bajada de los salarios. Además, ha denunciado que trabajadores de alta cualificación estén ganando un dinero que imposibilita una vida independiente en las grandes ciudades españolas, lastradas por los disparados precios de la vivienda y una generalizada inflación de precios desde hace dos años.
«Tenemos ingenieros e ingenieras trabajando por 1.500 euros y nos quejamos de que se van del país. Con 1.500 euros al mes no se puede vivir en Madrid», ha declarado Díaz, que ha defendido que la subida de los salarios «es una política de eficiencia económica. No voy a dejar de decirlo, hay que reducir la jornada manteniendo el salario y hay que mejorar el salario en el conjunto del país».
¿Qué es la mediana salarial?
El dato de la mediana salarial ha llamado la atención por no ser la forma más habitual de señalar el nivel salarial, aunque, en contextos de mucha desigualdad entre los salarios más altos y los más bajos, puede resultar más ilustrativo que la habitual fórmula del salario medio.
La mediana es el número intermedio de un grupo de números. Aplicada a los salarios, se calcula dividiendo al número de trabajadores en dos partes iguales, los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior. La cifra aportada por la vicepresidenta de 1.545 euros mensuales (brutos) es inferior a la del salario medio, de 1.841 euros mensuales, según datos del INE.
El salario medio divide la suma de todos los salarios entre el número total de trabajadores y no plasma las diferencias entre distintos colectivos y actividades, dado que, en España, hay muchos más trabajadores en los valores bajos de la escala salarial que en los más altos. Esto da lugar a que, como se ha dicho, el salario medio sea superior tanto al salario mediano como al salario más frecuente, que se denomina salario modal. Dicho de otra forma, hay pocos trabajadores con salarios muy altos pero influyen notablemente en el salario medio y distorsionan los datos.
Oposición de los empresarios
Con estos datos en la mano, Díaz ha aprovechado para defender que las subidas salariales no son perjudiciales para la economía, después de que el Gobierno haya aumentado el Salario Mínimo Interprofesional desde 735 euros al mes y hasta 1.134 euros mensuales desde que la gallega es ministra de Trabajo.
«Subir los salarios, lejos de todo el discurso neoliberal de que destruye empleo, no es verdad, la semana que viene vamos a dar los datos de paro y se van a sorprender porque van a ser muy positivos y permite que tengamos más recaudacion, tenemos superávit fiscal por primera vez de 6.000 millones en el SEPE, por lo tanto, es más eficiente económicamente».
Sobre la potencial oposición de los empresarios tanto a nuevas subidas salariales como a la anunciada reducción de la jornada laboral por ley a 37,5 horas semanales, Díaz ha confiado en que la patronal CEOE no tenga una actitud más beligerante que la mantenida hasta la fecha.
«Los empresarios no están dando mucha batalla dialéctica con este tema porque saben que tenemos razón, son datos», ha defendido la vicepresidenta segunda. «Es verdad que el señor (Antonio) Garamendi (presidente de la CEOE) no quiso firmar la subida del salario mínimo, pero no se levantó de la mesa y saben que queremos ser europeos en esta materia y, si subimos los salarios, nos iremos a tomar un café o nos compraremos unos zapatos».