Parece que cuando hay torneos internacionales en España los jugadores locales se transforman, para regocijo de los espectadores. Se vio hace tres semanas en Madrid, en el último Open , y se está repitiendo la historia ahora en Sotogrande. En el magnífico recorrido gaditano la fiesta hispana está resultando total, pues se llega con todo preparado para una nueva exhibición: Jorge Campillo lleva cuatro golpes de renta sobre el inglés Daniel Brown y los favoritos de la afición ( Jon Rahm y Ángel Hidalgo en la sexta plaza), con plenas opciones para el fin de semana. Cuando esta pareja salió a jugar en el turno de tarde el cacereño ya había desplegado un juego espectacular, con otro día redondo como el del jueves sin apenas meterse en líos. Con trece 'birdies' y un 'eagle' sin fallo en el acumulado (-15), parece que el golf es algo fácil en sus manos: «quizá dé esa impresión, pero puedo asegurar que no es sencillo en absoluto. Debo de ser el mejor actor del mundo si no se me nota, porque no voy tan tranquilo como aparento. Son muchos torneos, muchas vueltas y la experiencia es un grado, pero esto no es nada fácil», declaró el extremeño. Aún ve el triunfo muy lejos «porque en el golf puede pasar de todo y no sería la primera vez que se me fuera un torneo en el que dominaba con claridad», añadió. Con Jorge a la increíble distancia de trece golpes, la tarea para el campeón y el subcampeón del último Open nacional se tornaba casi imposible. Se preveía viento para el turno de tarde y la esperanza de una ronda épica alimentaba tanto sus deseos como los del numeroso público que los acompañaba. Y la magia no se hizo esperar, pues en el hoyo 2 el vasco ya había rebajado un punto y el andaluz dos, con un magistral 'eagle' después de un increíble golpe al más puro 'estilo Seve'. «Tengo facilidad para mover la bola en situaciones difíciles y sacar tiros llamativos desde lugares inverosímiles. Esto es algo que le gusta a la gente y a mí también me motiva», declaró la nueva estrella del golf patrio. Y así, poco a poco, insuflándose ánimos entre los dos llegaron a los hoyos de vuelta ya con bastante tarea realizada; Jon, con cuatro golpes restados por tres de su compañero de partido. La tarde siguió avanzando sin que nadie pudiera ni siquiera acercarse al trono de Campi , por lo que el interés se centraba en saber hasta dónde serían capaces de rebajar la desventaja sus dos compatriotas. Y paulatinamente, superando los problemas de las endiabladas rachas y de la inconsistencia de los tapetes por las muchas pisadas soportadas ya a esas alturas, siguieron remando. Alcanzaron al fin el 'top10' con los dos mejores resultados vespertinos (66 golpes), lo que les garantizaba salir en los partidos estelares del sábado. «Ha sido una lástima que, con lo bien que he salido en toda la semana, justo haya fallado el 'drive' del hoyo 18, lo que al final me ha costado un 'bogey'», sentención el de Barrica.
