El Real Madrid se encontraba muy necesitado después de tres derrotas consecutivas en Euroliga, eso sí, todas ellas como visitante. El conjunto blanco se impuso a la Virtus Bolonia ( 98-86 ) para retomar la senda de la victoria y seguir invicto como local en toda la temporada. Una gran defensa en la segunda mitad y la inspiración en ataque durante todo el partido, sobre todo en las manos de Campazzo (9 asistencias), Hezonja (20 puntos) y Rathan-Mayes (17 p.), tumbaron a los italianos. La jornada europea en el WiZink empezó acompañada por complicaciones. Apenas superados los ochenta segundos de partido, un problema técnico en la mesa de anotación paralizó el encuentro durante más de diez minutos. Una vez resuelto, fue Cordinier quien supuso una preocupación para el Madrid. El nombre del francés había sido vinculado al conjunto blanco como posible fichaje, desmentido en la previa por el CEO de la Virtus. Su agresividad y un salto en suspensión casi imposible de puntear permitieron a los italianos tomar la iniciativa hasta que Campazzo asumió el mando y Hezonja entró en trance. El argentino, con cuatro asistencias, y el croata, 13 puntos y tres triples anotados, pusieron en ventaja a los de Chus Mateo al término del primer cuarto. Pero el conjunto de Bolonia respondió. Lo hizo con un 9-0 de parcial impulsado por 'Toko' Shengelia , un viejo conocido de la afición española por el que no pasan los años. A sus 33 primaveras, sigue siendo una fuente inagotable de anotación. En la pintura sacando partido de su físico y su velocidad, de media distancia, de tres... De todos los colores las metió el georgiano. Reaccionó el Madrid con Llull , en su partido número 1.100 con los blancos, haciendo las veces de Campazzo. El de Mahón encontró en Rathan-Mayes e Ibaka sus principales aliados para mantener el elevado ritmo ofensivo del encuentro. Al descanso, los 53 puntos anotados por los locales hablaban de su buen trabajo en ataque, pero los 49 encajados decían los contrario de la defensa. Lección aprendida y aplicada tras el paso por vestuarios. A excepción de al inspirado Shengelia , fue capaz el Madrid de subir el nivel defensivo, limitar los recursos de los italianos y, al mismo tiempo, mantener su acierto en la parte opuesta de la cancha. Campazzo sumó agresividad hacia el aro a su clarividencia, buena muestra de ello sus 11 puntos en el parcial. Ayudado en el capítulo anotador por la amenaza exterior de Abalde y Rathan-Mayes, rompieron los blancos el partido y superaron la decena de ventaja por primera vez. No se podía permitir el conjunto merengue una nueva desconexión que metiera a la Virtus en el partido y así lo hizo. El sempiterno Belinelli , a sus 38 años, trató de liderar la reacción de los suyos tirando de su precisa muñeca. Sin embargo, la dirección de Llull y el quinto triple de la noche de Rathan-Mayes sepultaron por completo las esperanzas italianas y aumentaron la ventaja hasta los veinte puntos, maquillada y reducida hasta la docena al final.