Es un lugar común que los colchoneros somos antimadridistas, mientras que ellos nos quieren mucho. «Yo soy sobre todo madrileño, y si no gana el Real, que gane el Atleti», suelen argumentar. Cualquier aficionado atlético puede relatar mil anécdotas que desmienten esta afirmación. Desde las situaciones poco simpáticas a que se ven sometidos los niños que se atreven a lucir en el colegio su camiseta rojiblanca en medio de la marea de blancas, hasta explosiones de júbilo amerengadas cuando el gol de un equipo extranjero eliminaba al de la osa y el madroño. Otro tópico es el de la envidia de unos hacia otros. Completamente absurdo. Se envidia lo que no se puede ser: envidiará el desafortunado en amores al... Ver Más