Debería ser el 11 de septiembre y a las 17 horas y 14 minutos, y con precisión de relojero, si no el efecto no es el mismo. Abriéndose paso entre una masa enfervorizada y ebria de Diada, envuelta en alegorías de esteladas, y con lazos amarillos anudados al cuello. Muchos lazos amarillos. Que no falten. Como Ione Belarra, la luminaria jurídica y musa de las libertades elegida por Iglesias para barrerle la caseta, propongo que Puigdemont vuelva. Pero no así, a palo seco, como de incógnito tipo El Lute. Читать дальше...