La gente que fue joven durante los ochenta se acordará, porque sigue en el imaginario popular de toda una generación, de cuando una Nochevieja apareció un caballo por lo Viejo de Pamplona. Lo montaba un vaquero apuesto, dispuesto a perseguir a todos los indios que se atrevieran a salir por Jarauta, por Navarrería o por Calderería. Le debió de costar mucho trabajo, quizá cejara en su empeño, porque más o menos la mitad de quienes habitaron las calles aquella noche eran indios. La otra mitad, una mezcla de vaqueros... Читать дальше...