Marco Van Basten, cisne de Utrecht , fue el sol en una Holanda mínima, nubosa, que venía de los gloriosos 'cajonazos' de la Holanda de Cruyff . Marcel, que así reza en su pasaporte, fue 'rebautizado' Marco. Suyo fue el mérito de llevar a Países Bajos por el camino victorioso. Esa senda de los sabios y tal. Van Basten era bello a los cánones ligueros italianos , los que bien dividen el fútbol entre el embarre y las raras elegancias . Le llegó su hora, a lo Sergio Leone; en el Milán y en el mundo. E hizo la hora buena. Читать дальше...