Mientras Donald Trump estaba sentado en su complejo de Mar-a-Lago la noche de las elecciones, dos de los hombres más influyentes del sector petrolero de EU estaban a unos cuantos metros de distancia, brindando por su victoria: el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, y el magnate del esquisto Harold Hamm.Fueron incondicionales de la campaña del republicano durante meses: Burgum, que brevemente hizo su propia apuesta por la Casa Blanca, haciendo campaña por Trump en los mítines, y Hamm ofreciendo... Читать дальше...