Sánchez preside la comisión contra delitos de odio con Marlaska cercado por la oposición
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Grande-Marlaska aseguró ayer que no conocía las sospechas que albergaba la Policía de que la agresión podía ser falsa –como terminó confesando la 'víctima'–, pero pidió que el hecho de que la denuncia fuese irreal, algo «anecdótico» para él, no haga olvidar que los delitos de odio
han aumentado «un diez por ciento». Las fuentes consultadas por ABC, no obstante, contradicen al ministro y garantizan que la cadena de mando funcionó a la perfección y que se le trasladaron desde el principio las dudas existentes. Informan Cruz Morcillo y Carlos Hidalgo. El martes en la Ser, un día después de la publicación de la noticia, el ministro calló sobre la posible falsedad, pero sí vio «evidente» que ciertos «discursos públicos y políticos» generan «un caldo de cultivo» que favorece el auge de «delitos de odio». Ayer en el 24 horas, negó que se refiriese a Vox o ningún otro partido, como sí hicieron explícitamente políticos del PSOE y de Unidas Podemos.
«Llueve sobre mojado», dijo Pablo Casado desde Berlín, en declaraciones a los periodistas durante la reunión del Partido Popular Europeo. El líder del PP y de la oposición exigió la dimisión inmediata del ministro del Interior y acusó al Gobierno de Pedro Sánchez de politizar los delitos de odio –que «hay que erradicarlos», zanjó– para atacar a otros partidos políticos. Informa Mariano Calleja.
El Grupo Popular, además, abrió ayer una ofensiva parlamentaria contra el Ejecutivo por el uso político de esta denuncia falsa. Un bulo, sostienen, alimentado desde el Palacio de la Moncloa. El PP registró preguntas por escrito, pidió copia de los atestados policiales y reclamó la comparecencia urgente del ministro.El ministro del Interior dice que no conocía las sospechas de que no existió agresión alguna
Por su parte, el Grupo Vox registró la enésima reprobación a Grande-Marlaska que se debatirá en el hemiciclo. La formación que lidera Santiago Abascal acusa al ministro directamente de promover «el odio y la violencia» contra su partido. Fuentes de este detallaron que ayer mismo registraron esa proposición no de ley para que se discuta su reprobación, después de «la demonización y el señalamiento» que dicen haber sufrido. Macarena Olona, secretaria general del grupo, acusó a Grande-Marlaska de conocer de antemano las lagunas del relato del denunciante. Informa Ignacio S. Calleja.
En una entrevista en Antena 3, la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, también cargó tintas contra Grande-Marlaska. Tachó de «lamentable» la «utilización» del Gobierno y pidió la dimisión del ministro: mayor «responsable» de la seguridad y quien «más información» tiene. No es la primera vez que su partido hace lo propio, como recordó mientras enumeraba su trayectoria: varapalo judicial por la devolución de menores en la crisis migratoria en Ceuta, cese irregular de Diego Pérez de los Cobos o aquel informe que «se inventó», dijo, para minimizar el acoso a Cs en el
Orgullo LGTBI del 2019
. Informa Juan Casillas.
El eco de Twitter
En cualquier caso, el caso evidenció que Twitter puede ser un mal compañero de viaje en la política y que una agresión inventada terminó convirtiéndose en 'verdad' por las redes sociales. Políticos de distinto signo se lanzaron a condenar la agresión, con el PSOE y Unidas Podemos vinculándola al «discurso del odio» de Vox y los de Abascal, por su parte, apuntando a la inmigración irregular por un ataque que nunca existió.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, dedicó tres tuits al caso. El primero, pocas horas después de la primera publicación de la noticia, ya pedía combatir «discursos LGTBIfóbicos» a los que responsabilizaba de lo supuestamente ocurrido. Al día siguiente, acusó al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, de «blanquear» a Vox por desvincularlo y anteayer, horas antes de trascender la confesión del joven, publicó un vídeo en el que recordaba frases controvertidas de Vox contra el colectivo LGTBI. El presidente Sánchez, por su parte, convocó el martes la comisión contra los delitos de odio, que se celebrará hoy.
Cronología de una mentira
Lunes por la tarde: primeras reacciones
Horas después de la noticia llegan las reacciones. Irene Montero la vincula a «discursos LGTBIfóbicos». La siguen Inés Arrimadas y una diputada de Vox, Carla Toscano, que ya sale al paso de las acusaciones a su partido.
Martes por la mañana: se convoca comisión
El alcalde de Madrid pide que no se vincule la agresión a Vox, Irene Montero le acusa de «blanquearlo» y Javier Ortega Smith (Vox) asocia la violencia a la inmigración irregular. Pedro Sánchez convoca la comisión contra delitos de odio.
Martes por la tarde: Abascal y Casado
Tras críticas de múltiples usuarios de Twitter por no condenar la supuesta agresión, Santiago Abascal y Pablo Casado terminan haciéndolo. El líder de Vox vuelve a vincular lo sucedido con «el origen» de los agresores.
Miércoles: decibelios y verdad
El miércoles por la mañana se incrementan las acusaciones cruzadas entre partidos y la especulación sobre los agresores. Horas después, el joven confiesa la verdad. Isabel Díaz Ayuso sitúa a la izquierda «en el abismo».