Los conductores de patinete estarán obligados a llevar casco

El subdirector de Movilidad de la Dirección General de Tráfico, Jorge Ordás, ya en el año 2019 afirmaba que el uso del casco «debería ser obligatorio para las bicicletas y debe ser obligatorio para patinetes» que circulan por núcleos urbanos. Y así se acaba de acordar entre los grupos parlamentarios en el trámite de ponencia sobre el proyecto de ley por la que se modifica el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, aprobado por el Real Decreto Legislativo 6/2015 en materia del permiso y licencia de conducción por puntos.


Lo que significa que el conductor de un vehículo de movilidad personal (VMP), como son los patinetes eléctricos, estará obligado a utilizar casco de protección en los términos que reglamentariamente se determine. Ya un estudio de la Fundación Mapfre ha concluido que el casco es fundamental para el uso del patinete. En la recreación de dos accidentes observaron como los traumatismos craneales son los más peligrosos. El que va desprotegido es el que se lleva la peor parte. Los patinetes han inundado las ciudades y, como consecuencia, protagonizan también accidentes. En 2020 hubo seis víctimas mortales en siniestros con el patinete como protagonista.


Según han confirmado a Europa Press fuentes de la ponencia, la próxima reunión tendrá lugar el 22 de septiembre y en ella se abordarán la mayoría de las enmiendas a la Ley sobre Tráfico, que han quedado pendientes de trabajar. La norma podría quedar aprobada el próximo mes de octubre. Queda pendiente de abordar en la próxima reunión el tema de la supresión de la posibilidad de que turismos y motocicletas puedan rebasar en 20 km/h los límites genéricos de velocidad en las carreteras convencionales cuando adelanten a otros vehículos.


Para el profesor Luis Montoro, presidente de Honor de la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL) y catedrático de Seguridad Vial, «hay argumentos para mantener la situación actual, pero son muchas más las razones de seguridad que aconsejan no rebasar en 20 km/h los límites genéricos de velocidad en los adelantamientos, aparte de que con ello se contribuye a una mayor y completa armonización de esta norma en la Unión Europea, donde España es la única excepción».