ERC propone abrir una ponencia en el Parlament para una ley electoral catalana
ERC ha propuesto crear una ponencia conjunta en el Parlament con todos los grupos parlamentarios excepto Vox para elaborar una ley electoral catalana. Así lo ha explicado este lunes la secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, en rueda de prensa, en la que ha defendido que la falta de una ley electoral propia es una de las "carencias más grandes" que tiene Catalunya.
La portavoz republicana ha defendido que una ponencia conjunta permite que los grupos parlamentarios debatan esta propuesta en igualdad de condiciones, por lo que ha asegurado que es el instrumento "más plural". Vilalta ha asegurado además que una ley electoral catalana no solo debe servir para decidir sobre la fórmula electoral y la traducción de votos en escaños, sino que tiene que ser una ley integral que aborde temas de actualidad como el voto joven, el voto exterior y cómo superar las obsolescencias que, a su juicio, tiene la Loreg.
Por eso, ha emplazado al resto de grupos a implicarse en esta ley y que "no solo pongan la calculadora en marcha para maximizar sus votos" para poder encontrar puntos de consenso. El primer paso ha sido que ERC ha enviado una carta a todos los grupos, excepto Vox, para que se sumen a esta iniciativa y configurar la ponencia conjunta en la Cámara catalana.
Catalunya es la única comunidad que no cuenta con una ley electoral propia, por lo que durante los últimos 40 años todos los aspectos electorales, incluido el reparto de escaños, se ha realizado de acuerdo con la Loreg estatal. Ha habido diferentes intentos para sacar adelante una ley propia, incluso una Iniciativa Legislativa Popular, que llegó a debatirse en el Parlament en 2015, pero que no se aprobó.
El principal escollo para sacar adelante una nueva ley siempre ha sido el rechazo de los partidos con más implantación en las zonas menos pobladas, como era la antigua Convergència, pues eran reticentes a hacer el sistema más proporcional. Los partidos con la situación contraria, como el PSC o la antigua ICV, proponían en cambio igualar la representatividad.