La Sareb constituye su primer comité de empresa nueve años después de su fundación
La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), la empresa formada en 2012 con los activos dañados o que podían poner en peligro la supervivencia de los bancos rescatados y de las entidades en reestructuración, ha iniciado un proceso para constituir su primer comité de empresa.
Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes de la firma, el proceso se inició a principios de agosto, tras comunicar "una organización sindical" la intención de convocar unas elecciones para constituir un comité de empresa. Esto es algo que "está contemplado en el estatuto de los trabajadores y es perfectamente normal". Actualmente se está llevando a cabo la elección de los representantes de arreglo a las listas presentadas.
Los promotores del proceso electoral son miembros de la Unión General de Trabajadores (UGT). El sindicato, preguntado por este diario, ha explicado que se están dando los pasos para constituir un comité de empresa porque era necesario, ya que la compañía tenía casi diez años de antigüedad y nunca se había formado uno.
Las mismas fuentes añaden que es bueno para los trabajadores porque así estarán protegidos. Sin embargo, desde el sindicato promotor niegan que haya conflictividad laboral en la empresa y señalan que el hecho de que exista un comité "es por el bien de los trabajadores" y no tiene porqué haber problemas en Sareb para dar este paso.
Desde el otro sindicato mayoritario, Comisiones Obreras (CCOO), desconocían, en el momento de ser preguntados por El Confidencial Digital, que se fuera a llevar a cabo la formación del comité de empresa.
Oficinas inmobiliarias
La Sareb no cuenta con licencia para poder ejercer como banco, y su labor es la gestión de los activos transferidos durante la Gran Recesión. Por ello, el convenio sectorial que rige a sus empleados es el de oficinas y despachos, no el de banca.
La empresa empezó a operar en 2012 cuando una serie de bancos rescatados (BFA-Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco-Banco Gallego y Banco de Valencia) y de entidades que estaban siendo reestructuradas (Banco Mare Nostrum, CEISS, Caja3 y Liberbank) le entregaron sus activos tóxicos, en su mayoría productos hipotecarios e inmuebles, que ponían en riesgo la viabilidad de esos bancos y cajas de ahorros.
La idea de formar un "banco malo" fue impulsada por el Gobierno de Rajoy y las autoridades europeas para recapitalizar las entidades financieras más afectadas por la crisis. El campo de trabajo de la Sareb es la venta de los bienes inmobiliarios y el cobro de los préstamos que se transfirieron desde las entidades rescatadas. Con ello, abona al Estado la deuda avalada a los bancos en problemas.
Sareb nació como una sociedad anónima y su mayor bonista a día de hoy es el Frob con el 45,90% de las acciones, le siguen el Santander con el 22, 23% y CaixaBank (12,24%).