Los militares de la UME utilizarán un simulador para entrenarse ante próximas ‘Filomenas’
El Ministerio de Defensa ha desplegado a la Unidad Militar de Emergencias en la isla de La Palma para colaborar con las tareas de desalojo de la población afectada por los movimientos de lava del volcán que llega a las viviendas.
La UME es uno de los elementos más polivalentes con que cuenta el Gobierno de España para actuar ante distintas catástrofes. Además de enfrentarse ahora a la erupción de un volcán, sus miembros, actúan ante incendios forestales, inundaciones, crisis sanitarias como la epidemia del coronavirus, y también grandes nevadas, temporales y ventiscas.
Fue el caso de la tormenta ‘Filomena’ que cubrió de una gruesa capa de nieve, inédita en muchos casos, el centro de la Península Ibérica el pasado mes de enero.
Para reforzar las capacidades de sus militares, la UME va a contratar un “servicio de formación en vehículos quitanieves”.
Dicho servicio consistirá en un simulador de este tipo de vehículos, que se instalará en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde se encuentra el Cuartel General de la unidad y el Primer Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM I), que en principio cubre la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura.
Formación de seis semanas para ser conductor
En la base de la UME se habilitará un espacio en el que se recreará la cabina de una de las máquinas quitanieves que utiliza esta unidad en grandes nevadas.
El sistema incluirá un puesto de simulación, para el militar que se adiestre; un puesto de instructor; un puesto de observador; y una plataforma de gestión del aprendizaje.
El objetivo de esta instalación es permitir “la formación en conducción de vehículos quitanieves mediante el empleo de la simulación, durante un tiempo de 6 semanas”, en la base de Torrejón.
Pala, cuña y esparcidor de sal
La UME explica en los pliegos, consultados por ECD, que el simulador “permitirá adquirir a los operarios la capacidad de conducción y manipulación de una hoja quitanieves y de una cuña quitanieves”, así como “los conocimientos necesarios para retirar la nieve de la vía y manejar el esparcidor de forma segura y eficiente”.
De hecho, tendrá la capacidad de permitir adiestrarse en la conducción de dos modelos de quitanieves, el camión pala y el camión cuña. Los militares en formación podrán practicar el manejo de la pala u hoja y de la cuña que montan en su parte delantera las quitanieves, así como el uso del dispositivo esparcidor de sal situado en la parte trasera.
Por el simulador de la UME pasarán tanto los nuevos conductores de las máquinas quitanieves, que necesitan aprender a manejar estos vehículos, como los conductores experimentados para realizar prácticas específicas; todo con la idea de que los militares experimenten las mismas sensaciones que vivirían en un vehículo real, durante una intervención en distintas condiciones.
Simula hielo, nieve, granizo...
El software del simulador dispondrá de distintas configuraciones en cuanto a condiciones meteorológicas (lluvia, granizo, nieve, hielo, niebla, soleado, nublado, viento), condiciones de iluminación en función de la hora del día (día, noche, atardecer, amanecer, anochecer), intensidad y dirección del viento...
Además, estará preparado para simular distintas contingencias a las que se pueden enfrentar los miembros de la UME que conducen quitanieves: pinchazo de neumático, reventón de neumático, pérdida de frenos, sobrecalentamiento del motor, pérdida de combustible, pérdida de presión de aceite, avería en sistema hidráulico de la pala, pérdida de espejos retrovisores, luces del vehículo dañadas, dirección dañada y suspensión del vehículo dañada, parabrisas dañado, avería en embrague, desalineación de ruedas, sa lpicadura de barro, pérdida de quinta rueda, puerta de carga dañada, desactivación de ABS, ESP, ASR, cambio de posición de la carga y nivel.
Incluso se recrearán incidentes como que una persona o un animal se crucen en la carretera, que haya un accidente o un vehículo averiado, que el quitanieves haga aquaplanning en un charco de aceite, que se enfrente a una ventisca, una nube de polvo o un tramo de asfalto en mal estado...