En memoria: Javier Alvarado Chapa
El pasado domingo 19 de septiembre falleció Javier Alvarado Chapa quien se encontraba en Miami, Florida. A pesar de haber recibido dos vacunas contra el Covid 19, inexplicablemente Javier no presentó la resistencia esperada.
Profesionalmente Javier se destacó por ser un gran analista macroeconómico y siempre tener una visión calmada y profunda de las economías; continuamente fue consultado, informalmente, por Secretarios y Subsecretarios, Directores Generales de Banco y Empresarios entre otros. En particular Javier era un fanático de los mercados de divisas y contaba con un agudo olfato sobre los mismos – siempre se mantenía calmado ante choques externos al tipo de cambio, incluso cuando el resto del mercado veía un pronunciado incremento en volatilidad -.
Muy joven Javier dejó a su familia para ir a estudiar al Tecnológico de Monterrey en donde se recibió con Mención Honorífica en 1988; posteriormente cursó el Doctorado en Economía en la Universidad de Yale lo que lo consolidó como un gran analista. Dado su apego a la academia, Javier continuamente promovió en los demás la educación como medio de crecimiento personal y económico.
En su más reciente encargo, Javier fungió como Director General de Casa de Bolsa Monex donde laboró desde 2010. Otros cargos que Javier ocupó previamente incluyen el de Director General Adjunto en Grupo Financiero Mifel, Director General Adjunto de Aerovías de México y, Director General Adjunto de Planeación Financiera en la SHCP.
Javier era un apasionado de los Pumas de la Universidad (entre sus planes de corto plazo estaba poder pertenecer a su Patronato) y de los 49s de San Francisco a quienes con su hijo Javier apoyaba incondicionalmente. Tuve la oportunidad de ver junto con Javier y otros amigos el juego donde los 49s de San Francisco perdieron el Super Bowl LIV; fue uno de los días más tristes de su vida – a pesar de su siempre buen humor, cuando los amigos lo empezaron a molestar él dijo “hoy si no por favor” -.
Seguramente los tacos del Villamelón y los mercados de domingo de la CDMX extrañarán a Javier quien fue un frecuente comensal junto con su hijo y su ahijado Jerónimo. La sencillez de Javier era bien conocida por todos quienes lo rodeaban; siendo Director General de una casa de bolsa frecuentemente se le veía en Paseo de la Reforma yendo en bicicleta – mientras portaba traje - a una reunión de trabajo. Los que tuvieron oportunidad de ser invitados a comer a su casa algún fin de semana disfrutaron de su pasión por cocinar carne asada lo cual él veía como un medio para socializar.
Las innumerables muestras de cariño a su familia por la partida de Javier son el mejor ejemplo del legado que nos dejó un ser humano sencillo, generoso, honesto, gran esposo y ejemplar padre de familia. Quienes tuvimos el gusto de conocerlo vamos a extrañar al hombre que siempre afirmaba que Saltillo, de donde era originario, era el centro del universo!