Trueba y Plaza en dos miradas opuestas a la juventud y la vejez
0
Lo de Jonás Trueba es formalmente un experimento, una película hecha a mano alzada y construida a lo largo de cinco años con la mirada puesta en un amplio grupo de adolescentes, escolares que se prestan a darle a la pantalla todo su potencial de vínculo con la realidad (documental) y toda su naturalidad para someterse a las leyes de la interpretación (ficción). Como ese periodo entre los 16 y los veinte años alude a todo el mundo, sea en pasado, en presente o en futuro, o sea en el yo o en sus circunstancias, como hijos o nietos, ese vistazo a la juventud y sus transformaciones, a sus miedos, potencias, precauciones y sueños, 'Quién lo impide' es un fabuloso y elocuente contraste con el modo de pensar, actuar y modelarse de las nuevas generaciones que son, como todas, ininteligibles, audaces y, en cierto modo, opacas a los que no son miembros del club.
La película está estructurada en tres tiempos, en tres procesos de 'maduración' que coinciden con los cambios de curso y de actitud de presente: se subraya mucho la actualidad y la influencia de la pandemia en el grupo y los personajes o actores, que están medidos y calculados para ser ellos y su evolución. La relación con la cámara y lo de detrás de la cámara (Jonás y equipo) es fresca, cotidiana y bien ensamblada entre lo que es documental y lo que es terreno ficticio: todo el material que muestra huele a lo mismo. La duración, en efecto, es disuasoria, pero, ¿cuántas oportunidades tiene uno de acercarse y asomarse durante tanto tiempo a la intimidad de ese selecto club?
'La abuela' tiene cualidades y pretensiones muy distintas, y a Paco Plaza le interesa modelar su historia con otros materiales en los que la realidad pierde importancia para cederle terreno a lo fantástico, a lo improbable y a lo que, mediante atmósfera y cámara, produce inquietud o miedo, aunque, en cierto modo, la adolescencia también contenga esos sentimientos. Paco Plaza ha construido un terror elegante alrededor de dos personajes, la abuela, que necesita ayuda doméstica tras una embolia, y la nieta, modelo en París, que tiene que ir a resolver la papeleta. En realidad, la película es un drama social, pero la voluntad y el talento de Paco Plaza, la atmósfera que crea y ciertos detalles entre la paranoia y lo paranormal, la convierten en un filme de terror, y la actriz Vera Valdez le da a su personaje de abuela ese puntito que te anima a salir corriendo.