El sucesor de Merkel acorta distancias tras el último debate en Alemania
El último debate televisado, en el que participaron anoche los candidatos de los principales seis partidos políticos, sirvió para confirmar al socialdemócrata alemán como candidato favorito, aunque con una cada vez más reducida distancia con la conservadora CDU de Armin Laschet, que en las encuestas de opinión se ha reducido a dos puntos porcentuales. El SPD obtiene el 25% de los votos en el último sondeo Civey, mientras que la CDU obtiene el 23%. Sigue sin ser posible una nueva gran coalición, de manera que el vencedor tendrá que negociar con Los Verdes (15%), los liberales del FDP ( 12%) y la extrema izquierda de Dei Linke (6%). Una de las novedades de este debate a seis fue la presencia de Markus Söder, presidente de Baviera y líder de la CSU, partido hermano bávaro de la CDU, que rechazado como candidato ha estado ejerciendo un papel crítico con el candidato Laschet que ha resultado un dañino fuego amigo. Anoche, sin embargo, escenificaron una unidad y cordialidad muy destacable y Söder virtió toda su inquina contra Alternativa para Alemania (AfD), que desde la extrema derecha resta voto conservador y que en las encuestas sigue recibiendo el 10% de los votos.
«Ustedes, con su mensaje político, inyectan odio en la sociedad y son los responsables últimos de sucesos como el lamentable asesinato», reprochó a la candidata de AfD, Alce Weidel. Se refería al suceso ocurrido el miércoles en Idar-Obertein, donde un cliente de una gasolinera asesinó de un tiro en la cabeza a un dependiente de 20 años que, en cumplimiento de la normativa vigente, se negó a atenderle si no llevaba puesta la mascarilla reglamentaria en interiores. «AfD está utilizando a la gente que se siente insegura, estimulándola a comportamientos extremos y los resultados son estos que tenemos que lamentar ahora», insistió. Al margen del duelo por lo ocurrido, que fue unánime, los candidatos polemizaron sobre Europa y las relaciones que Alemania debe mantener con potencias como China o Rusa
«Por supuesto criticamos a la OTAN. Sí, necesitamos otra arquitectura de seguridad», dijo claramente la candidata de Die Linke, Janine Wissler, que añadió que «no estamos acuerdo en el gasto de 2% del PIB en seguridad porque no creemos que más armamento hace más seguro el mundo, sino todo lo contrario». Con esta declaración mostraba la principal dificultad con la que Scholz se encontrará si decide organizar una coalición de izquierdas. «Queremos ese dinero para luchar contra la pandemia, para vivienda, clima, vean lo que ha pasado en Afganistán, ha sido un desastre. Tanto armamento no ha servido para nada», puso como ejemplo. Laschet insistió en que Alemania es un país importante para Europa por su economía y su potencia política, pero fue más precavido que Scholz al poner los recursos alemanes a disposición de la UE. «Necesitamos una Europa soberana y autónoma. Deberíamos estar en condiciones de asegurar el aeropuerto de Kabul y necesitamos más Europa, proyectos conjuntos de Defensa para poder defendernos si Estados Unidos da pasos atrás», dijo. La candidata verde, Annalena Baerbock, afrrmó por su parte que «Europa no cubre el hueco que está dejando EE.UU, ese hueco lo están cubriendo países autoritarios como Rusia, de manera que la democracia retrocede en el mundo. Y la reacción de la gran coalición ha sido ¡un acuerdo de inversiones con China!. Necesitamos una política común europea hacia China y un nuevo capítulo en materia de exteriores y derechos Humanos». Weidel por su parte, estuvo a favor de «mantener a Polonia en la UE a cualquier precio».
El candidato socialdemócrata repitió su ambiciosa agenda europea, especialmente generosa con la política de deuda, y recibió como respuesta por parte del líder liberal, Christian Lindner, una llamada que «Europa debe poder negociar, para eso hacen falta otros sistemas de mayoría, y el mercado común debe ser más operativo, al igual que los bancos». Lindner pidió también más integración en política climática, evitar un «camino especial» de Alemania tanto en materia climática como en seguridad, aunque aconsejó mucho cuidado con el tratamiento de la deuda y llamó a la UE a cuidar mucho más que hasta ahora la relación trasatlántica. «Estados Unidos se ha vuelto un inseguro socio y no puedo entender por qué no hay acuerdos con ellos como los que tenemos con China», señaló.
Lindner defendió la necesidad de que en la Constitución alemana permanezca el límite a la deuda y se mostró en contra de las expropiación de 200.000 viviendas a grandes propietarios que los berlineses votarán en un referéndum local el domingo, conjuntamente con las elecciones generales. Söder se despreocupó del asunto: «eso lo decidirá el Tribunal Constitucional». «Pero el Tribunal Constitucional no solucionará el problema de las personas que no pueden pagar los altos precios de la vivienda», le respondió la verde Baerbock, «también se expropian terrenos para construir vías del tren y no es un drama».
Tanto Los Verdes como Die Linke están de acuerdo en limitar los precios del alquiler, mientras que Scholz insistió en la necesidad de una moratoria de cinco años en la que se impide elevar los precios en los contratos nuevos, mientras se construye más vivienda. «No reconozco en sus palabras la realidad», rebatió Laschet, que recordó que el SPD, en coalición con Die Linke y Los Verdes en Berlín han llevado a cabo un límite de los precios y están dispuestos a llevar a cabo las expropiaciones. «Sus palabras son suaves, intenta proponer una opción intermedia, pero la realidad es que su partido está llevando a cabo allí donde gobierna políticas extremas de vivienda que espantan la inversión y que está causando una tensión extrema entre la oferta y la demanda en el mercado inmobiliario», le respondió.