Puigdemont vuelve al maletero

No le creo con tembleque que supongo provoca el frío del grillete. Me lo imagino aliviado, ahora que por fin, aunque con muchísimo retraso, puede enfundarse el disfraz de mártir del poble catalá. Ahora sí, Cerdeña huele más a consuelo que a condena porque Puigdemont es muchas cosas y entre todas y sobre todas un tahúr que sabe que lo que le espera en España, con un Gobierno indultador, es una pena asequible, un precio muy barato que compensa su fuga de cobardón en un maletero allá por el 2017.

Ese día, el Leónidas de las Ramblas dejó a las claras hasta para sus más ciegos groupies su verdadera jaez. Se embolsó la pasta, le pusieron mansión y, otra impostura, le... Ver Más